Un hongo que reemplaza el cuero, la mezcla de una gelatina y la miel que puede servir para hacer plantillas ortopédicas y carcasa para celulares, otro material a base de la cáscara de la sandía para la elaboración de artefactos luminosos, son algunos de los biomateriales creados por estudiantes de la Facultad de Diseño de la Universidad de Medellín tras investigaciones hechas en las aulas de clase.
Erika Paola Noreña David, estudiante de Diseño y Gestión de Espacios UdeMedellín, fue una de las creadoras de esos biomateriales. En su caso se trató del ‘Bambooavo’, resultado de la mezcla del bambú, el aloe vera, el hueso de aguacate y un pegamento a base de leche.
“Sirve para aplicaciones en el interior, este material es muy resistente, pero se debe cuidar del agua. Lo podemos ver en aplicaciones en paredes, en marcos de pinturas o de cuadros o en acabados de jarrones, en objetos o mobiliarios”, explicó la estudiante.
Este producto logrado por los estudiantes es, como ellos mismos lo describieron, altamente versátil porque puede ser sometido a procesos de moldeado manual, prensado, tallado, corte y perforado.
Otro biomaterial hecho en las aulas de la Facultad de Diseño de la UdeMedellín fue el ‘Maduromaduro’, un bioplástico hecho con cáscaras de banano.
Mariana Henao Echeverri, estudiante de Diseño de Producto, fue una de las creadoras. “Es un bioplástico que es translúcido, pero refleja un color super bonito cuando tiene luz. El material se puede aplicar en diseños interiores como lámparas”, dijo la estudiante.
“Al integrar las cáscaras de banano con una mezcla grumosa hecha con Maizena, agua, vinagre y glicerina se obtiene el bioplástico, que después de tres días de
secado, está listo”, explicaron las universitarias que participaron en la creación de este material.
El diseño de estos nuevos materiales surgió con la tutoría del profesor Mauricio Vásquez, quien ha liderado investigaciones al respecto.
“La dirección que yo le quiero dar al diseño de materiales es el aprovechamiento de lo que nosotros consideramos basura para que deje de ser vista como eso. Se debe volcar esa mirada a estos residuos como una oportunidad para aprovecharla y utilizarla en el desarrollo en el diseño de nuevos materiales y, por ende, de nuevos productos”, explicó el docente.
