Sin duda, una de las empresas mas icónicas de los antioqueños y que mayor cariño y apoyo ha tenido durante la historia regional, es Suramericana de Seguros, hoy conocida como SURA; que ha sido eje transversal de lo que alguna vez fue llamado el Sindicato Antioqueño y que para estas épocas, se ha denominado el Grupo Empresarial Antioqueño o GEA.
Con la aparición de la ley 100 de 1993, Suramericana de Seguros ingresó al sector de las EPS (Entidades Prestadoras de Salud), sin dejar su real negocio, que son los seguros, siendo reconocida como una de las mejores del EPS del país. Su crecimiento y estabilidad la respaldan los más de 5,5 millones de usuarios adscritos a esta entidad, y tras ella, ha surgido una serie de negocios complementarios para la empresa que van desde tener sus propias IPS (Instituciones Prestadoras de Salud), es decir sus propias clínicas, hasta una importante red de apoyo denominado Ayudas Diagnósticas.
Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia, el sector salud se ha visto amenazado desde el comienzo y la incertidumbre empezó a ser constante. Justo cuando inició la ola intervencionista y se hablaba de radicar la Reforma a la Salud, hace cerca de un año atrás, la EPS Sura comenzó a moverse en analizar diferentes planes de acción y reacción, tratando de ir interpretando los escenarios para mantenerse a flote como grupo y evitar situaciones que pudieran amenazar la estabilidad financiera.
Fue así como se plantearon planes ante ese futuro incierto y se aprobó por parte de la Asamblea, buscar la manera de volver a la raíz del negocio que son los seguros, entendiendo que sí la situación de incertidumbre tendiera a complicarse, Sura encontrara la manera de abandonar su presencia en el país de EPS, protegiendo los intereses e inversiones de los accionistas.
Fue así como Sura se preparó y desde ya casi un año, y ha tenido un plan para regresar, en un 100%, a su negocio base de seguros. Inclusive, la ruta para abandonar las EPS se comenzó a ejecutar con sus propios clientes, abriendo nuevos seguros y buscando que inicialmente los de servicios complementarios y salud prepagada, se pasaran a la modalidad de un Seguro de Salud, para lo que comenzaron a hacer un trabajo de comunicación y mercadeo con sus clientes a través de correos electrónicos.
Esta situación, llevó a que en enero de este año, Sura tomara la decisión de no recibir más personas en el plan complementario y todo nuevo cliente que llegara con la intención de tomarlo, sería desviado a sus ofertas de pólizas de salud. La aplicación de ese plan los ha llevado desde ya a ir haciendo que los de medicina prepago y complementaria se pase a un seguro de salud, en una decisión que fue tomada desde el 2023.
Y es que las situaciones vividas entre agosto y septiembre del año anterior, llevó a que la organización, al ver cómo el Gobierno Nacional intensificaba su plan de asfixiar a las EPS en el país, avanzó en el proceso de ir buscando diálogo con el Gobierno, es decir, con el Ministro de Salud, Alfonso Jaramillo, algunos viceministros e interlocutores del sector; mientras paralelamente, comenzó a ejecutar su plan de irse desprendiendo de los que podría ser «un lastre».
Las fuentes confidenciales de IFMNOTICIAS, recordaron que justo para el mes de agosto del año pasado, varias EPS, entre ellas Sura, Compensar y Sanitas, veían venir pasos de «Animal Grande» y habían advertido que, sí el gobierno no tomaba acciones, se vendría la liquidación de estas entidades, es mas, recordaron que de ésta información, IFMNOTICIAS, había echo eco, por lo que nuestros periodistas, buscaron en el archivo y en efecto, encontraron que el 22 de agosto, se había reseñado este episodio.
El dato no es menor, pues esta sería la fecha en que desde Sura habría tomado la decisión de comenzar a reducir el negocio. El momento no era fácil, pues Sura venía de el proceso con los Gilinski y la forma de hacer que salieran de la Junta Directiva y se quedaran se diera el paso final con Nutresa. Sura no sabía lo que le depararía el futuro cercano, porque luego se vendrían reuniones con el presidente Petro y algunas cosas cambiarían.
Retomando en la línea de tiempo, Sura comenzó a aplicar el plan interno de ir acabando con varios de sus servicios. Inicialmente comenzó a reducir las Ayudas Diagnósticas, destinó un presupuesto cercano a los $500 mil millones para ir liquidando al personal e ir cerrando servicios, los mismos que fue trasladando a otros proveedores y se fijó como meta, no volver a reanudar los contratos del personal a término fijo.
Para cuando el Gobierno Petro comenzó a revisar el estado de las finanzas de las EPS y valiéndose del informe de la Contraloría que revelaba la delicada salud financiera de las Entidades Prestadoras de Salud y sobre los que luego se apoyó para intervenir a Sanitas, Sura ya sabía que sería la siguiente; así que lo primero que hizo fue, según las fuentes, dedicarse a revisar su finanzas, demostrando que por ese punto, no sería el quiebre que diera pie al gobierno para que la interviniera y demostrando, inclusive reforzando inversión. Sura protegió a como daba lugar que no fuera «intervenida» pues esto significaría una especie de expropiación.
Conociendo que Sura estaba en la lista de los «siguientes a intervenir» ocurrió un hecho que supo aprovechar, le dio mayor cercanía para interlocutar directamente con el Presidente. Ese fue el encuentro que a la luz del avance del proceso del negocio de Nutresa, sentó a Petro con los Gilinski y con la EPS. En ese momento, el plan de intervenciones estaba en marcha y los delegados de Sura, habrían dado a conocer al Presidente que la Superintendencia de Salud, no tendría razón para intervenir, pues los estados financieros, argumento con el que la Superintendencia actuaba, no se cumplían en este caso y le fue contado al mandatario que Sura estaba pensando y realizaron lo que en su momento planteó Compensar: Pedir una eventual liquidación.
El presidente Petro, según las fuentes confidenciales, orientó para que el Ministerio y Sura hablaran y desde el Gobierno le habrían pedido a la EPS 3 meses para tomar cualquier decisión. En este período se han dado las desconcertantes acciones que no muchos han entendido, como cuando tras esa reunión con el jefe de Estado, Sura sacó el comunicado en el que, de la nada, señalaba que estaban listos para convertirse en una Entidad Gestora de Salud; lo que fue interpretado como el cumplimiento de la palabra empeñada ante el mandatario como un guiño a su reforma que estaba, todavía en debate en el Senado y a punto de hundirse.
Mientras transcurrían los tres meses de gracia pedidos por el Gobierno Petro, no han cesado los diálogos con el Ministerio, y Sura sabe que cualquier cosa puede pasar, así que el plan inicial no se descarta, aún apostando a que se den pasos en el sentido de mantenerse en el negocio, tal vez como Gestora.
Cuando las cosas parecían ir en mejor sentido, se presentó la conmoción que generó el hundimiento de la reforma a la salud, y con ello, el gobierno comenzó a buscar a las EPS para tratar de pactar el apoyo a un nuevo articulado para una nueva reforma, esta vez, no el articulado de Carolina Corcho, sino una nueva mucha más corta; es decir de 47 artículos, de Alfonso Jaramillo. Es ahí cuando el presidente Gustavo Petro, deja plantados a los cafeteros para sellar un pacto con ocho de las EPS y esa propuesta de reforma que tuvo la firma, entre ellos, del representante de Sura.
Pero un episodio volvió a generar desconfianza, al día siguiente: el pacto que le permitió a la reforma pensional, pasar en el Senado entre Petro y el Partido Liberal, fue burlado por el Presidente apuntando a que lo que negoció con ese partido, se volvería a meter en la Cámara cuando la reforma llegue allí. Fue imposible que las EPS firmantes sintieran que no pueden confiar en la palabra del jefe de Estado.
Luego se vino otro hecho, la llegada del nuevo presidente de Sura, lo que deja en el aire, cual será entonces, la posición que deberá asumir el grupo, en especial, con el proceso que había sido aprobado de ir liquidando y saliendo del negocio de EPS y de paso, los nuevos vientos de incertidumbre, en donde por un lado, se avisora la opción de seguir en el negocio y pasar a ser Gestoras, teniendo en cuenta la amenaza que continúa en cierres, de una posible intervención y de otro la desconfianza con un Presidente que firma pactos y luego los traiciona.
Para culminar, este lunes, la Defensoría del Pueblo, le dio un nuevo argumento al Gobierno Nacional que podría ser utilizado por la Superintendencia de Salud, para avanzar en una intervención, una disculpa que, como pasó con el informe que hizo la Contraloría, puede dar impulso a toma de decisiones en contra de Sura. Y es que la Defensoría reveló las EPS que más acciones de Tutela han recibido durante el 2023, siendo la primera la Nueva EPS, ya intervenida y en segundo lugar EPS Sura; algo que deberá tener en cuenta el grupo, para su avance estratégico de negocio.
Nadie sabe que puede pasar y lo que hay en el momento, es realmente un tablero de ajedrez en donde cada movimiento cuenta, mas cuando justo hoy lunes, terminó el plazo de espera que el Gobierno Petro le pidió a Sura, para tomar decisiones.
Algunas de las fuentes, consideraron en algún momento, que Sura al dar estos tres meses, estaba demostrando su ingenuidad, pues sería el tiempo que estarían dando a Petro para planear como hacerse al control de la EPS, pero otra de las fuentes, señala que fue lo más inteligente, pues ha logrado utilizar este tiempo para tender puentes y también preparar los escenarios para lo que pueda venir.