martes, abril 16, 2024

¿Qué es Daniel Quintero?

Por: Carlos Andrés Echavarría Blandón

El principal caudal político que puede llegar a tener un dirigente dentro de la vida pública, es la coherencia entre los principios éticos, morales y sus acciones. De ésta forma los simpatizantes, pueden confiar en que sus palabras y actos estarán en perfecta sincronía y que la labor va a ser transparente, y aunque se pueda o no estar de acuerdo con algunos de sus actos, se conoce a la perfección que su palabra es garantía de cumplimiento y así evitar la sensación de traición tan común en nuestro tiempo.   

Ese es precisamente el punto más controversial que tiene el alcalde de Medellín Daniel Quintero Calle, nadie sabe qué postura política tiene y mucho menos se conocen sus verdaderas intenciones a la hora de migrar por todo el espectro político que se tiene en el país.

En su casi un año de campaña política en pos de la alcaldía de Medellín, recorrió todos los barrios de la ciudad y se presentó con dos pilares sobre los cuales se basaría su administración. El primero era la independencia, razón por la cual, no se lanzó por ningún partido político, logrando así recoger los votantes más cansados de los partidos tradicionales y segundo, que sería un gobierno tecnócrata, donde también tomo mucho de la inconformidad de los ciudadanos que veían qué en las administraciones locales, se llegaba a los cargos por medio de amiguismos y favoritismos, creando un nivel de repudio hacia el sector público y sobre todo hacia los dirigentes tradicionales.

Pero cuando se mira la trayectoria de Quintero Calle, lo primero que se ve es una inestabilidad de convicciones y principalmente una confusión ideológica que lo llevó a ser uno de los principales tránsfugas del país, destruyendo completamente su primer pilar, la independencia.

Su primera aparición en política se dio en el año 2007, cuando por el partido Conservador, el cual siempre ha sido el movimiento político por la iglesia, moral y las costumbres por excelencia, lanza su candidatura el Concejo de Medellín, la cual no fue exitosa.

Para el año 2011 comienza a apoyar a su hermano para el Concejo de Medellín, y como ya no era parte del partido Conservador, comenzó a tocar puertas para que le dieran el aval a su hermano en el Partido de la U, Partido Cambio Radical para que al fin se lo diera El Partido Verde, otrora partido AD-M19. Así que su convicción pasó desde el lado más ortodoxo del espectro hacia el lado más radical de la izquierda, los sucesores de la guerrilla marxista-leninista. Aunque tampoco tuvo éxito en esa empresa, las relaciones que alcanzó su hermano con el ex gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez, le dieron grandes frutos en el futuro.

Para el año 2013, se inventa una locura llamada El Partido del Tomate, donde su único objetivo era encausar la indignación popular por los casos de corrupción que pululaban en el país. Su estrategia era hacer permanentemente tomatinas en contra de los partidos políticos tradicionales. Una de sus víctimas fue Simón Gaviria hijo del ex presidente César Gaviria y que para la época ya nadaba cual delfín en la política colombiana. Pero allí tampoco recogió las firmas necesarias y el intento de crear su propio partido político se fue al traste.

Para el año 2014, comprendió que él no era de Medellín, su vida adulta y profesional había transcurrido entre Bogotá y los Estados Unidos donde estudió sus posgrados, es allí donde la vuelta que hace es digna de una medalla olímpica. Se presenta como Candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá con el aval del Partido Liberal Colombiano, cuyo gran referente en ese tiempo y hoy continúa siendo es el ex Presidente César Gaviria Trujillo, como dicen en mi tierra, “báileme ese trompo en la uña”

Otra vez quemado, pero con buenas relaciones, ya que pasó por todos los partidos políticos y en los que no militó al menos fue a tocar puertas para promocionarse y promocionar a su hermano, los Gaviria cuidan de los suyos y con el nombramiento que le hizo Juan Manuel Santos que actuaba como presidente de Colombia por medio del partido de la U, lo pusieron en un cargo burocrático por fin, gerente de Innpulsa, una entidad encargada del emprendimiento sobretodo digital y a pesar de no contar con la más mínima experiencia, eso no detuvo su nombramiento, meritocracia, ¿eso qué es?

Ante su destacada labor en Innpulsa, donde muchos de sus subalternos renunciaron por el talante dictatorial de Quintero y de gastarse gran parte del presupuesto en promover su imagen, el presidente Santos lo premia y lo nombra viceministro de las TICS. Demostración más que clara que la meritocracia no existe en lo más mínimo en el manual de hoy Alcalde, debido a que para asumir el cargo de viceministro era necesario un trabajo en el área administrativa pública e Innpulsa fue esa escalera.

Como los puestos burocráticos requieren de una alta movilidad para poder “pagar” favores, sale Daniel Quintero del viceministerio, pero colocado. El presidente Santos lo nombra Director del Plebiscito para la Paz en Antioquia y él hábilmente solo se concentra en Medellín, donde gracias al presupuesto de nación, paseo por todos los barrios de Medellín, con bombos y platillos, haciendo campaña y al mismo tiempo se hizo visible por fuera de Bogotá hasta donde en ese tiempo había desarrollado toda su carrera reptiloide. Allí también fracasó, ya que en Medellín fue la zona del país donde más alto fue el porcentaje del NO, que luego fue robado por parte del presidente Santos pero eso es otra historia.

¿Y luego del plebiscito, qué cargo se le da a Quintero?, muy sencillo, miembro de la campaña a la presidencia de Humberto de la Calle Lombana por el partido Liberal, parece replay constante, también fracaso, ya que De la Calle no llega a la segunda vuelta presidencial en el año 2018 y es la peor votación por un candidato del partido Liberal para la presidencia del otrora mayor partido de Colombia.

Allí terminaría la historia de Quintero en esas elecciones, pero no, a rey muerto rey puesto, brinca nuevamente y ésta vez hacia la Colombia Humana de Gustavo Petro, apoyándolo con toda para la segunda vuelta de la presidencia de la República. “Mi nombre es Daniel Quintero y Petro es mi Presidente” saben el resultado, otro fracaso más. 

Ante la disconformidad de los ciudadanos con los partidos políticos tradicionales, por fin hizo una buena jugada Daniel Quintero en el año 2019, con el apoyo de todos, se lanza como independiente a la Alcaldía de Medellín y por fin obtuvo una victoria electoral y como consecuencia, TODOS los partidos políticos llegaron con grandes cuotas burocráticas en las secretarias y entidades administradas por la Alcaldía de Medellín, pero esa segunda parte, donde muestro los casos más significativos de la otra traición, donde la tecnocracia no existe en la alcaldía, la dejo para una próxima publicación.

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