La grave crisis humanitaria que atraviesa la región del Catatumbo, azotada por intensos enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc, ha generado una profunda preocupación en diversos sectores del país. En este contexto, la Conferencia Episcopal de Colombia ha emitido un contundente pronunciamiento, haciendo un llamado urgente al cese de hostilidades entre los grupos armados ilegales.
La iglesia expresó su profundo dolor y rechazo por la situación que viven las comunidades del Catatumbo, donde las confrontaciones han dejado decenas de muertos y miles de desplazados. A través de un comunicado, la CEC subrayó su compromiso con las víctimas y renovó su apoyo a la construcción de paz en la región.
«Las actuales confrontaciones armadas que cobran la vida de decenas de personas de nuestra población y que obligan al desplazamiento de numerosas familias y comunidades, no solo vulneran los derechos humanos fundamentales, sino que agudizan el sufrimiento de niños, mujeres y personas en estado de indefensión, desgarrando el tejido social y humano», señaló la Conferencia Episcopal.
Como respuesta a esta situación, la iglesia convocó a una jornada de oración el próximo domingo 26 de enero, que se llevará a cabo en todos los templos del país, con el fin de unir esfuerzos espirituales por la paz y la sanación de las heridas causadas por la violencia. Además, expresó su disposición para apoyar las labores humanitarias en la zona, reafirmando su cercanía con las víctimas y su solidaridad con los afectados por esta «violencia absurda».
El llamado de la iglesia se enmarca en un contexto de creciente preocupación por el impacto de los enfrentamientos armados en las comunidades del Catatumbo, una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado y el narcotráfico en Colombia.
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