viernes, abril 19, 2024

LA CRISIS DE LOS MISILES CUBANOS

Por: Carlos Andrés Echavarría Blandón.

En los capítulos anteriores se expuso el marco de los hechos que llevó a este momento específico de la historia, una guerra sin precedentes estaba ad portar de iniciar y solo dos hombres tenían el poder de detenerla.

Para una mejor comprensión del artículo se recomienda leer las entregas anteriores cuyos enlaces están al pie del artículo:

EL RELOJ DEL APOCALIPSIS MARCA LAS 11:58 P.M.

LA GRAN APUESTA Y EL JAQUE A UN IMPERIO

LA CONFIRMACIÓN DE LOS MISILES EN LA ISLA DE CUBA

LA SORPRESA SOVIÉTICA

El 22 de octubre de 1962, el presidente Kennedy realizó una alocución transmitida a nivel nacional presentando las pruebas de que la URSS había posicionado misiles nucleares a 90 millas del territorio estadounidense, lo que tomó desprevenidos a los jerarcas rusos, ellos nunca se imaginaron que los Estados Unidos tuvieran las pruebas de los misiles que habían enviado a Cuba y mucho menos podía comprender como un presidente informaba al público abiertamente lo que tenía planeado hacer.

La dictadura comunista siempre se mueve en las sobras, bajo el velo de la noche, el engaño es su principal arma y no podían comprender que existiera en el mundo la libertad para que un presidente le presentara a los ciudadanos temas tan delicados, además, la URSS quedó expuesta como un país en el cual no se podía confiar, sus mandatarios y dirigentes eran unos mentirosos, debido a que unos pocos días antes, los ministros soviéticos entrevistados por agencias de noticias internacionales negaban abiertamente la instalación de bases ofensivas en la isla.

Como un aparte del autor del artículo, se asemeja a un candidato a la presidencia de Colombia, que lo graban en las sombras recibiendo fajos de billetes y hoy no se ha realizado ni una sola explicación creíble sobre el hecho.

El día 24 de octubre de 1961, Kruschev envía un telegrama al presidente Kennedy en el que “advertía” que la piratería realizada por los Estados Unidos conduciría a la guerra.

Horas más tarde, el primer ministro envió otro telegrama con mejores maneras en el que decía: “si consideras la situación actual con la cabeza fría y sin ceder a la pasión, comprenderás que la Unión Soviética no puede permitirse el lujo de aceptar las demandas despóticas de Estados Unidos, por lo tanto, sus barcos recibirán instrucciones de ignorar el bloqueo

Kennedy no les dio importancia a los telegramas y los responde de la siguiente manera: “si los barcos soviéticos ignoran el bloqueo inmediatamente daría la orden de bombardear los silos de misiles e invadir la isla de Cuba

Claramente en estos primeros momentos, ambos líderes se estaban “mostrando los dientes”, ninguno de los dos quería entrar en una guerra, solo las personas que la han vivido, saben que es la peor de las alternativas. Durante la segunda guerra mundial, Kennedy había estado en una cañonera y había recibido una medalla al valor por el rescate de sus compañeros cuando su barcaza sucumbió en medio de una batalla, por el otro lado, Kruschev era un alto general del ejercito rojo, a quien le fue encomendada la defensa de la ciudad de Stalingrado, la mayor batalla presentado durante la segunda guerra entre Alemania y la URSS. Por esa razón, ambos líderes evitaron al máximo entrar en batalla durante la crisis de los misiles.

Los Estados Unidos solicitó a que se convocara de manera extraordinaria al Consejo se Seguridad de la ONU para el día 25 de octubre, reunión efectuada en la cual el embajador americano increpa al embajador ruso por la presencia de misiles nucleares en la isla. El embajador ruso calló sin admitir nada, recordar que la información y las fotografías las había hecho públicas Kennedy en la alocución nacional del día 22. Ese silencio hizo que los sistemas de defensa de los Estados Unidos alcanzaran el nivel DEF2, nunca antes visto y a la fecha de este ensayo, no ha sido alcanzado nuevamente.

Para una mejor comprensión de los lectores, los niveles de defensa catalogados por el Ministerio de Defensa de los Estados Unidos, están calificados en cinco categorías que van del DEF1 al DEF5. El nivel DEF5, en el cual estábamos hasta que el presidente ruso Vladimir Putin decide amenazar con invadir a Ucrania, significa que hay una probabilidad muy remota del inicio de una guerra en el corto y mediano plazo. Por el contrario, el nivel DEF1, significa que la guerra a escala global está a horas de iniciar. Al comienzo de la crisis de los misiles, cuando se descubrieron los asentamientos en la isla, el nivel pasó de DEF4 a DEF3, una probabilidad alta de guerra en el corto plazo, pero con la negativa de admitir el embajador la presencia de los misiles nucleares en Cuba, ese nivel escaló hasta DEF2, lo que significa que hay una probabilidad real de que en los próximos días inicie una guerra mundial.

Con el nuevo nivel DEF2, el departamento de defensa de los Estados Unidos, no solo cargo sus bombarderos B52 con armas nucleares, los puso en el aire a la espera de una confirmación para bombardear inmediatamente cualquier punto sobre la faz de la tierra, eso sin contar que los silos, los submarinos, los acorazados y destructores que contaban con misiles nucleares, se pusieron todos operativos y en patrullaje permanente.

Cuando los soviéticos vieron todo ese despliegue quedaron petrificados, sabían que ante ese despliegue de poder no tenían como responder.

LA DIPLOMACIA DE KENNEDY

Con el nivel de escalamiento que llevaban los acontecimientos, el presidente Kennedy el mismo 25 de octubre le escribe otro telegrama al presidente Kruschev en donde le expone que no es un asunto personal, que simplemente los Estados Unidos estaban reaccionando ante una amenaza y que habían sido engañados por la diplomacia soviética al nunca reconocer los verdaderos equipos que se estaban instalado en Cuba y le pedía al primer ministro bajarle la temperatura al conflicto y que volvieran al estado previo a la llegada de los misiles a la Isla.

Ganó Kruschev, con esa debilidad manifestada por el presidente Kennedy en donde pide negociar, el “bluffing” o “fanfarroneo” presentado como apuesta de un rival que estaba en muy inferiores condiciones, dio sus frutos y puso sobre la mesa una nueva gama de posibilidades dentro de las cuales en TODAS ganaban los soviéticos.

El presidente Kennedy estaba tan convencido de que se iría una guerra y que no tendría otra alternativa que invadir a Cuba, que no esperaba una respuesta positiva para su petición, razón por la cual, continuó en reunión permanente con su Consejo de Seguridad el cual le aconsejó al presidente seguir con el bloqueo y que los sobrevuelos con los U2 sobre la isla se incrementaran a una rata de uno cada 2 horas.

El presidente Kennedy también ordenó la creación de un plan para la administración de Cuba luego de la invasión, un programa político y militar que tuviera definido quien tomaría la presidencia de la isla posterior al ataque. No querían que fuera un americano por razones obvias, pero se tenía una buena baraja de políticos cubanos que estaban exiliados en Miami, dentro de los cuales se encontraban hasta expresidentes, uno de ellos, paradójicamente, fue el responsable de canalizar los fondos dados por el FBI para comprar el yate “Granma” con el cual llegó Castro a la isla en 1957 para derrocar a Fulgencio Batista. 

Los soviéticos sabían que su “bluffing” no podía durar mucho, es así que comenzaron a mover sus piezas el 26 de octubre. El jefe de la estación de la KGB en Washington se reúne con el periodista en jefe de ABC News para comentarle que la guerra era más que inminente, que conversara con sus conocidos en el capitolio y el Departamento de Estado para buscar de manera inmediata una solución diplomática. Propuso que la URSS se comprometía a retirar los misiles de Cuba, con supervisión de la misma ONU y que Fidel Castro saldría en público a decir que nunca más aceptaría armas ofensivas en la isla; a cambio, los Estado Unidos se comprometerían a que nunca intentaría una invasión a la isla para derrocar a Fidel Castro.

El mensaje llegó a Kennedy y éste le pidió al embajador de Brasil en Washington, para que los americanos no estuvieran envueltos en el tema, que le presentara a Fidel Castro esa alternativa, solo cambiando la frase de “nunca intervendrían” por “muy poco probable” que los Estados Unidos intentara una invasión a la isla.

Al enterarse de esa acción de los americanos, Kruschev hace su jugada maestra, deja de usar intermediarios y comienza a comunicarse directamente con el presidente Kennedy; en mensaje enviado el mismo 26 de octubre en horas de la noche le decía: “Señor presidente, no debemos ahora tirar de los extremos de la cuerda con la cual se ha atado el nudo de la guerra, porque cuando más tiremos los dos, más apretado quedará el nudo, puede llegar el momento en que ese nudo esté tan apretado, que ni siquiera el que lo ató tenga las fuerzas para desatarlo” En esa frase introductoria presentan de manera simple el problema de la situación, claramente Kruschev no fue el encargado de escribir el mensaje, debido a que es conocido que el nivel intelectual del mandatario soviético no era una de sus virtudes; continúa el mensaje: “entonces será necesario cortar ese nudo y lo que eso significa, no corresponde a mí explicarlo, porque usted comprende perfectamente las terribles consecuencias y las fuerzas de las que disponen nuestros dos países” Aquí pone a Kennedy a pensar sobre las consecuencias de un conflicto bélico entre las dos superpotencias militares. Continúa el mensaje: “En consecuencia, si ni hay intención de apretar ese nudo y condenar al mundo a la catástrofe de la guerra termonuclear, lo mejor es que relajemos las fuerzas que tienen de los extremos de la cuerda y tomemos medidas para desatar ese nudo, estamos listos para ello” Aquí pone la responsabilidad de la destrucción del mundo en las manos de Kennedy. Un mensaje completamente brillante.

FALTABA UN ACTOR EN EL ACUERDO, LOS CUBANOS

El carnicero de la Cabaña, Ernesto “El Ché” Guevara, estaba extasiado ante la posibilidad de una guerra contra los Estados Unidos, en uno de sus poemas escritos durante su adolescencia recitaba “morir acribillado por las balas, morir luchando, con testigos, de manera heroica”, para Guevara esa era la cúspide en su vida, morir siendo recordado como un héroe, por eso no fue extraño cuando clamó a la presa “una agresión en contra de Cuba, significaría una guerra nuclear” Eso significaba que no esperarían ninguna autorización por parte de la URSS, que ellos mismos manejarían el arsenal dentro de la isla.

Fidel Castro le envió un telegrama a Kruschev en donde le pedía lanzar un ataque nuclear preventivo a Estado Unidos antes de que estos invadieran la isla.

El 27 de octubre, la C.I.A., entregaba un informe a Kennedy en donde le mostraba que tres de las cuatro instalaciones de misiles en San Cristóbal y las dos de Sagua la Grande, ya estaban operativas.

Kruschev, luego del telegrama secreto enviado a Kennedy en la noche del día 26 de octubre, el 27 hizo una alocución en televisión nacional para su país, en donde le proponía al mandatario estadounidense, que ellos sacarían los misiles de Cuba, si los americanos retiraban los misiles Júpiter de Turquía e Italia. Aquí mostró las intenciones al comienzo de la negociación.

Ante esa solicitud que luego fue formalizada en otro mensaje escrito hacia el presidente Kennedy en donde exponen lo mismo, los turcos reaccionaron en contra del acuerdo, ya que, eran de carácter disuasivo contar con esas bases militares ante una hipotética invasión soviética que los tenía rodeados por gran parte de sus fronteras. Por el contrario, el primer ministro italiano se ofreció a retirar los misiles si con ello se lograba el desescalamiento del nivel de tensión que se vivía en esos días.

Pero a los cubanos no les estaba gustando el nuevo rumbo de los acontecimientos y ese mismo día, el 27 de octubre es derribado un avión de reconocimiento U2 que sobrevolaba la isla. Una de las versiones apunta a Fidel Castro, quien en una visita a uno de los complejos antiaéreos, pregunta por el funcionamiento de los equipos, los soviéticos le muestran el protocolo de lanzamiento en caso de detectar un avión enemigo en el radar. En esos momentos, aparece en la pantalla un avión U2 que patrullaban la isla cada dos horas y el mismo Fidel fue y oprimió el botón de lanzamiento del misil tierra aire que derribó al avión estadounidense. Ante la sorpresa de todos los presentes, Castro exclamó “ahora veremos si va a haber guerra o no

Ante esa acción, inmediatamente Kruschev se comunica con Kennedy y le explica que ese ataque había sido por parte de los cubanos y no de los soviéticos. Nikita años más adelante le cuenta a su hijo Sergei que lo más difícil de las negociaciones en esos momentos era controlar a los Castro, debido a que quería declarar la guerra a toda costa.

Es muy probable que los hechos hayan sido de esa manera, de no haber sido Fidel, perfectamente pudo haber sido Raúl Castro debido a que era el ministro de Guerra de la isla y todas las instalaciones estaban bajo su supervisión y mando. Los americanos desestimaron el hecho de tener un muerto americano y continuaron con las negociaciones.

Durante los siguientes días continuaron los sobrevuelos, pero nunca más fueron atacados por la artillería antiaérea, lo que significa tras ese hecho, que el control de la toma de decisiones les fue retirado a los cubanos.

En la siguiente entrega se dará desenlace a esta serie de Especiales de IFM Noticias sobre la crisis de los misiles.

  • Enlaces de los capítulos anteriores

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