Italia amplió el uso de su documento de salud Green Pass el miércoles, haciendo obligatorio que las personas lo tengan cuando viajen en trenes de alta velocidad, aviones, transbordadores y autocares interregionales.
El Green Pass es un certificado digital o en papel que muestra si alguien ha recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19, ha resultado negativo o se ha recuperado recientemente del virus.
El primer ministro Mario Draghi introdujo el pase a principios de verano para tratar de alentar a las personas a vacunarse. Inicialmente era necesario para ingresar a muchos lugares culturales y de ocio, pero su alcance se ha ido ampliando gradualmente.
El plan ha provocado protestas de algunos italianos que dicen que pisotea las libertades, y los opositores se han comprometido a bloquear el tráfico ferroviario en las manifestaciones programadas para más tarde el miércoles.
Sin embargo, con el 70,1% de todos los italianos mayores de 12 años completamente vacunados, la gran mayoría de las personas parece respaldar la campaña de inoculación y el uso del Green Pass.
“Tienen razón al pedir un Pase Verde. Si no quiere recibir la vacuna, quédese en casa y no viaje”, dijo Alessia Colombi, residente de Roma, en la principal estación de tren de la ciudad.
El canciller italiano, Luigi Di Maio, denunció el martes lo que llamó un “clima de odio” contra la campaña de vacunación COVID-19, luego de que él y varios otros políticos y expertos médicos recibieran amenazas en las redes sociales. Lee mas
El gobierno ya ha dicho que los maestros necesitarán un Pase Verde cuando las escuelas vuelvan a abrir este mes después de las vacaciones de verano. La semana pasada, los funcionarios dijeron que estaban considerando extender el plan a cualquiera que trabaje en una oficina pública o en un supermercado.
Unas 129.221 personas han muerto por coronavirus en Italia desde que la pandemia golpeó el año pasado, la segunda cifra más alta de muertos en Europa después de Gran Bretaña. Los nuevos casos se mantuvieron relativamente estables en agosto, pero los médicos temen que la variante Delta, más contagiosa, pueda causar un nuevo aumento en las infecciones en las próximas semanas.
