Japón informó de un nuevo caso de contaminación relacionado con la vacuna COVID-19 de Moderna, el cuarto incidente de este tipo en menos de una semana, que amenaza con frenar la campaña de inoculación del país.
La prefectura de Kanagawa dijo el martes que se encontraron varias partículas negras en un frasco de vacuna Moderna al verificar si había sustancias extrañas antes de su uso, y que puso el resto del lote en espera.
Japón suspendió el uso de 1,63 millones de dosis de inyecciones Moderna la semana pasada después de ser notificado de contaminación en parte del suministro. Moderna y la compañía farmacéutica española Rovi, que embotella las vacunas Moderna, han dicho que la causa podría ser un problema de fabricación, y los reguladores de seguridad europeos han iniciado una investigación.
Moderna ha dicho que no se han identificado problemas de seguridad o eficacia a partir del problema.
La prefectura de Kanagawa dijo que el distribuidor nacional de la vacuna, Takeda Pharmaceutical Co Ltd, había recogido el vial con el contaminante sospechoso y que unas 3.790 personas ya habían recibido inyecciones del mismo lote.
Más disparos de Moderna se detuvieron temporalmente en otras dos regiones esta semana. En algunos casos, se han encontrado sustancias extrañas en viales sin usar, mientras que otros parecen ser causados cuando los trozos del tapón de goma de los viales se rompen cuando las agujas se insertan incorrectamente.
Takeda no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre el incidente de Kanagawa. La compañía publicó un aviso en su sitio web el miércoles diciendo que en raras ocasiones durante la fabricación, el material del tapón de goma puede mezclarse con la solución de la vacuna.
Se aconseja al personal médico que haga una inspección visual de los viales para detectar decoloración o materiales extraños antes de usarlos, decía el aviso.
Los incidentes de contaminación se producen cuando Japón está luchando contra su peor ola de infecciones, impulsada por la variante Delta, con infecciones diarias que superaron las 25.000 en agosto por primera vez.
Los casos graves de COVID-19 se encuentran en niveles récord en Japón, lo que hace que muchas personas se recuperen en casa en medio de la escasez de camas de cuidados intensivos. Solo el 45,4% de su población ha sido completamente vacunada, lo que se encuentra a la zaga de las tasas de vacunación de varios países desarrollados.
