El fin de semana pasado, el alcalde de Medellín Daniel Quintero, estuvo en la ciudad boyacense de Sogamoso para, entre otras cosas, firmar un convenio que permitirá que el aeropuerto Olaya Herrera administre el aeropuerto Alberto Lleras Camargo que le presta servicios a la ciudad de Sogamoso.
Aparentemente todo podría parecer normal, finalmente el Olaya Herrera es una entidad descentralizada de la administración distrital de Medellín cuyo objeto social es “la administración y desarrollo integral del inmueble que le fue entregado al Municipio de Medellín… Dicho Establecimiento público podrá administrar y operar todo tipo de aeropuertos y aeródromos. Para ello, podrá asociarse con personas naturales o jurídicas, públicas o privadas.”
Sin embargo, desde el 2008 el aeropuerto Olaya Herrera fue entregado a la empresa privada Airplan en concesión para ser operado, y solo hasta ese momento el Olaya Herrera comenzó a generar recursos para el municipio de Medellín, es decir que la operación que se hacía de manera directa no estaba siendo efectiva y estaba generado gastos para la ciudad.
Así las cosas, a una entidad que no era ni eficiente ni efectiva en la administración de una terminal área como el Olaya Herrera se le viene a entregar la administración de un pequeño aeropuerto en Boyacá como es el Alberto Lleras Camargo, que no está ni siquiera ubicado en Sogamoso sino en un municipio aledaño que se llama Firavitoba, aunque presta servicios y está bajo la administración de esta importante ciudad boyacense.
Este convenio entre el Olaya Herrera y la alcaldía de Sogamoso estaría sustentado en la supuesta “experiencia e idoneidad” de la entidad descentralizada del distrito de Medellín, sin que, como ya se dijo, se puedan demostrar estos dos factores, ya que ni siquiera la vigilancia y el aseo se encuentran bajo la administración de la ciudad sino que también fueron entregados al operador.
Es importante tener en cuenta varios aspectos. El primero es que Sogamoso es la segunda ciudad más importante del departamento de Boyacá, luego de su capital Tunja, que no cuenta con terminal aérea. y lo segundo es que Sogamoso queda a mas o menos a dos horas y media de Bogotá, donde se encuentra el aeropuerto El Dorado.
El aeropuerto de Sogamoso, al ser pequeño, no soporta una carga operacional grande y sus principales destinos son Yopal en Casanare y Bucaramanga en Santander, aunque los costos de los pasajes son altos, comparados con los que se pueden conseguir a través de El Dorado en Bogotá, donde las frecuencias de los viajes son superiores a los que puede haber desde el Alberto Lleras Camargo, que solo tienen vuelos diarios a los destinos que cubren.
Es ahí donde comienzan las preguntas. ¿Por qué un aeropuerto como el Olaya Herrera estaría interesado en administrar un pequeño terminal aéreo como el de Sogamoso? Además de la posibilidad de gestionar recursos para esa obra, ¿es económicamente atractivo? ¿Hay algún interés político para que Daniel Quintero quiera ingresar en ese negocio?
Ya el tiempo se encargará de que esas dudas sean aclaradas, pero esta ha sido la oportunidad aprovechada por Daniel Quintero para anunciar que volverá a presentar el proyecto de acuerdo que convierta al Olaya Herrera en una empresa social y comercial del Estado, con un amplio objeto social y de esta manera hacer convenios interadministrativos para todo tipo de manejos, como se hacen a través de Metroparques o de Telemedellín.
