El 17 de mayo, el secretario de desarrollo económico de la ciudad de Medellín, Alejandro Arias, hizo pública una carta escrita a mano que sigue la misma retórica de lástima que ha mantenido Daniel Quintero en sus discursos.
A través de la misiva enumera los retos a los que se enfrentaron como administración municipal, con la pandemia, y algunas de las actividades que se desarrollaron desde su cartera, y finaliza hablando de que se hará justicia, que seguirá trabajando por la ciudad y que “equipo, los quiero mucho”.
Ayer, 18 de mayo, Daniel Quintero hizo uso de la misma estrategia y publicó en redes sociales una escrita a mano, con el mismo discurso lastimero que viene utilizando desde que se impuso la sanción de la procuraduría, donde, además, hace un recuento de los supuestos logros de su administración.
Están incluidos, obviamente, el supuesto rescate de los dineros de hidoituango, haberse enfrentado a la pandemia, la revocatoria y ahora a una suspensión temporal del mandato, e incluso, pone en el mismo nivel de sus “logros” como alcalde, la situación de salud que vivió con su hija menor, y hace un llamado a los ciudadanos porque “hoy los necesito de nuevo conmigo.”
A partir de ahí, regresa a su discurso inamovible de la supuesta violación de sus derechos por la determinación de la Procuraduría que no tuvo en cuenta su defensa, ni el hecho que de que él como alcalde, había sido elegido popularmente, supuestamente porque las entidades del orden nacional “no soportan que queramos construir la Medellín Futuro”.
“La batalla no será fácil, vamos a reconquistar la Alcaldía de Medellín… Ayúdame leyendo esta carta a tu familia, alza la voz de rechazo en redes”, finaliza haciendo el llamado de apoyo irrestricto.
Y es que llama la atención que las cartas hayan sido escritas a mano, con el fin de generar cierta cercanía a quien la recibe, con un discurso que busca lastimero, al punto que esta mañana, desde antes de que levantara el sol, se encontraba en la estación del metro de El Poblado, repartiendo la fotocopiada carta a quienes llegaban para dirigirse a sus trabajos o lugares de estudio.
Dejando entre parte de la ciudadanía la idea de un alcalde sin recursos, con problemas generados por otro y no por el mismo, es decir que no se hace responsable de sus acciones, que han sido las que lo pusieron en la posición en la que están.
Mientras otros mandatarios locales que fueron sancionados han guardado silencio, aceptado la suspensión y están a la espera de las investigaciones que se están adelantando, Daniel Quintero trata de aferrarse al poder con uñas y dientes y recurriendo a todo tipo de artimañas en búsqueda del apoyo ciudadano perdido por su mala gestión.
