El delicado problema de las inundaciones en la ciudad va para largo. Los graves episodios de los últimos días no son hechos aislados y se trataría de toda una dinámica ambiental relacionada con el claro aumento de lluvias en el Valle de Aburrá, situación a su vez asociada con la problemática global.
Ante el grave problema, se presentó un estudio de la U de A en el que realizó un análisis a profundidad sobre estas inundaciones, los desbordamientos del río y los movimientos de masas que se han presentado en esta crisis que tiene nerviosa a la ciudad. Una de las conclusiones más alarmantes es que el problema no solo continuará sino que tenderá a empeorar.
Menciona el análisis académico que los principales factores que determinan las emergencias tienen que ver con la deforestación, la urbanización y la falta de planeación territorial de Medellín, y que estos desbordamientos “no solo son un problema del presente”.
En esta grave crisis convergen, además, el aumento de la frecuencia e intensidad de las lluvias y el crecimiento de terrenos impermeabilizados –cemento, concreto, techos, equipamiento urbano– que no permite una absorción natural de las precipitaciones en las montañas que rodean la cuenca del río.
Esta pérdida masiva de capacidad de absorción del agua ocasionada por los modos como se habita el territorio, ha propiciado que grandes cantidades de agua, en poco tiempo, bajen directo al río. De esta manera se genera un aumento en los desbordamientos de tal magnitud “que no lo soportaríamos”, según mencionó Juan Fernando Salazar Villegas quien es investigador en hidrología y cambio climático, y a su vez coordinador del Grupo de Investigación en Ingeniería y Gestión Ambiental de la Universidad de Antioquia.
Como una solución, por supuesto que no es fácil de abordar por sus implicaciones económicas, políticas y presupuestales, el análisis menciona incrementar las áreas destinadas a parques para mitigar el desbordamiento, y también habla del concepto de inundación artificial, que se concretaría con la destinación de lotes que retengan las aguas. Además, los parques deben estar cubiertos de capa vegetal, ya que los espacios públicos cubiertos de materiales duros solo agudizan las inundaciones.
Estas propuestas de solución requieren también de consenso y coordinación en todas las comunas, y no actuar de manera individual, una tarea que no es para nada sencilla.
