Todavía se oyen voces de inconformidad, tras la aprobación de las vigencias futuras solicitada por la administración de Quintero Calle. Las críticas y cuestionamientos se han enfilado contra la bancada del Centro Democrático.
Sobre este espinoso asunto, el concejal Alfredo Ramos Maya, invitado al programa de IFMNOTICIAS.COM, Un café con…, sostuvo que «le hago oposición al gobierno de Medellín, no le puedo hacer oposición a la ciudad». Concretamente, aseguró que los sectores a los que irán esos recursos necesitan atención urgente. Por tal razón, «tuve que poner en una balanza el gobierno mediocre, corrupto, improvisador vs. las necesidades de las comunidades». Además, dijo, «no puedo ir a un barrio a decirles que voté en contra de las vigencias futuras porque soy opositor de Daniel Quintero».
Así las cosas, Ramos Maya aseguró que prefiere fiscalizar que dejar a las comunidades tiradas, pues la «crisis es tan grande, que había que entregarle esos recursos a la ciudad».
En cuanto al comportamiento de la oposición en el Concejo, señaló que «la gran oposición la están haciendo las veedurías, los medios, la ciudadanía, los funcionarios y los contratistas decentes […] Es que la oposición en Medellín trasciende los espacios cerrados y es más ciudadana que de cuerpos colegiados».
Sobre los cuatro concejales expulsados por el Centro Democrático, aseguró que es lamentable que se dejen comprar la conciencia. Por tal razón, al hilar fino, se encuentra el motivo por el que colgaron un mico en un determinado proyecto de acuerdo. Es el caso de la «Matrícula cero, en el que incluyeron subsidios para los centros de educación para el trabajo y el desarrollo humano, que son técnicas de seis meses, sin ningún reconocimiento, impartidas por entidades de garaje».
De igual forma, contó que muchos de los equipos de estos concejales, no participaron en la campaña a la Alcaldía, pues «nunca estuvieron ni en una reunión ni acudieron cuando fueron convocados. Ya en el Concejo, eran verdaderas batallas para que solo dijeran que estaban en la oposición».
La situación con esos concejales llegó a tal punto, que «no nos gustaba hacer reuniones de bancada, porque Daniel Quintero se enteraba de todo lo que se hablaba […] Eran infiltrados y contaban todo lo que pasaba. Era tal la situación, que yo prefería no hacer un debate de control político que pedirles la firma para que lo respaldaran», aseguró Ramos Maya.
¿Y de la venta de UNE, qué?
En las últimas horas, el expresidente Álvaro Uribe planteó una salida para la venta de UNE: que los recursos sean sustituidos por un activo y no queden como plata de bolsillo de EPM, es decir, que se destinen a la inversión en un proyecto o empresa tangible.
Sobre el particular, Ramos Maya hizo énfasis en que se deben analizar, de forma más profunda, los motivos para vender UNE: «¿Por qué no usar otras alternativas, como ser un socio más activo? ¿Por qué no retomar el control del negocio? ¿Por qué no buscar un tercer socio estratégico?
En cuanto a los riesgos del negocio de las telecomunicaciones en la coyuntura actual, Ramos Maya aseguró que todo negocio incorpora desafíos y puso como ejemplo el caso de EPM que tiene serios riesgos en el mercado de energía, porque está creciendo rápidamente la autogeneración y eso implica que los consumidores son parcialmente autosostenibles, lo que significa que es dinero que deja de recibir EPM: «hay clientes de EPM que se están independizando y eso está pasando muy rápido. De hecho, ahora hay una figura que se llama el prosumidor, es decir, produce y consume energía y la sobrante la vende en el mercado, lo que impactará en un futuro cercano a la empresa».
