En un episodio tenso y lleno de confrontación, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, enfrentó una situación incómoda durante la rendición de cuentas de los dos años del gobierno del presidente Gustavo Petro.
La presentación, que buscaba destacar los logros en materia de seguridad, se vio interrumpida por la protesta de veteranos de la fuerza pública, quienes manifestaron su rechazo al convenio que permite la atención de excombatientes desmovilizados de las Farc en el Hospital Militar.
El incidente ocurrió este jueves, cuando Velásquez exponía cifras y datos sobre los avances en seguridad y defensa durante los dos primeros años de la administración.
Sin embargo, su discurso fue interrumpido abruptamente por varios representantes de los veteranos, quienes se levantaron en medio del auditorio y desplegaron pancartas en señal de protesta.
Los manifestantes expresaron su descontento con gritos como “Respete a la Fuerza Pública”, criticando en particular el acuerdo que permite la atención médica de desmovilizados discapacitados de la extinta guerrilla en el Hospital Militar, una institución que tradicionalmente ha estado reservada para los miembros de las Fuerzas Armadas.
El ministro Velásquez intentó mantener el control de la situación, alzando la voz para defender la decisión y argumentando que el convenio busca construir un país más solidario.
Según Velásquez, la inclusión de los excombatientes en el sistema de salud militar es un paso hacia la reconciliación y la reparación de las heridas dejadas por el conflicto armado.
“Estamos construyendo un país más solidario”, afirmó Velásquez, mientras los manifestantes continuaban expresando su desacuerdo.
La controversia sobre el convenio del Hospital Militar no es nueva. Meses atrás, el país se vio envuelto en un acalorado debate tras conocerse que el Ministerio de Defensa había firmado un acuerdo para atender a más de 1.000 desmovilizados de las Farc que quedaron con alguna discapacidad como resultado de las hostilidades durante el conflicto armado.
Este acuerdo ha sido criticado por sectores de las fuerzas armadas y sus veteranos, quienes consideran que es una falta de respeto hacia los militares heridos en combate que han defendido la Nación.
Velásquez, ha defendido en repetidas ocasiones que la experiencia y especialización del Hospital Militar en el tratamiento de lesiones y discapacidades derivadas del conflicto lo convierten en la mejor opción para brindar atención a los desmovilizados, como parte del proceso de paz y reintegración.
Este rifirrafe pone en evidencia las profundas divisiones y tensiones que persisten en la sociedad colombiana respecto al manejo de la paz y la reconciliación.
Mientras el Gobierno Petro intenta avanzar en la implementación de los acuerdos de paz, incluyendo medidas como esta, sectores de la Fuerza Pública y sus veteranos continúan expresando su resistencia a lo que perciben como concesiones desmedidas hacia aquellos que, durante años, fueron sus enemigos en el campo de batalla.
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