¿Alguna vez los medellinenses se imaginaron poder navegar a través de la Avenida El Poblado o ingresar al complejo de La Alpujarra, pero en chalupa? Pues ese «sueño» se ha hecho realidad, gracias a la inacción de Daniel Quintero y de los funcionarios encargados de la parte técnica.
La realidad es que Daniel Quintero se ha dedicado a volver invisibles los recursos destinados al mantenimiento de las redes pluviales y por tal razón, las calles, las basuras, las jardineras, el espacio público, y ahora los drenajes estén abandonados, lo que ha generado graves afectaciones para la ciudad y, sobre todo, para la ciudadanía.
En este caso, los problemas no son menores, al punto de que se han convertido en una verdadera pesadilla para los medellinenses y con un costo económico incalculable, en especial para los comerciantes y residentes de las zonas más perjudicadas por las lluvias.
Durante los últimos cuatro días, en Medellín ha llovido copiosamente, debido al fenómeno de La Niña. Sin embargo, no es la primera vez que la capital antioqueña se ve azotada por abundantes precipitaciones y fuertes vientos.
La gran diferencia con los fenómenos climáticos que ocurrían en otras administraciones y lo que pasa en la actual, es que en estos últimos días las imágenes muestran una cuidad absolutamente anegada, con inundaciones que recuerdan a los canales de Venecia, por donde transitan las famosas y turísticas góndolas.
Pero en Medellín el fenómeno no se presenta porque la cuidada se encuentre ubicada en medio de canales, sino porque los sistemas de desagües de las aguas lluvias están taponados por falta de mantenimiento.
En muchos de ellos ya crece la maleza entre las rejillas y en otros, se acumulan las hojas, las ramas e incluso las basuras que no recoge a tiempo Empresas Varias de Medellín.
La ciudadanía se pregunta sobre los recursos que deberían estar siendo utilizados para estos mantenimientos y que, evidentemente, no se están haciendo.
Hasta la misma directora del DAGRD lo admitió en el consejo de gobierno de los lunes, cuando reconoció que las alcantarillas y los sistemas de recolección de aguas lluvias se encuentran taponados y con los drenajes sucios.
Otra diferencia con las administraciones anteriores es que, en esta oportunidad, la Alcaldía hizo un llamado para que la comunidad se haga cargo del trabajo que deberían hacer las autoridades, es decir, realizar el mantenimiento y la limpieza preventiva antes de las temporadas de lluvias y, sobre todo, estar pendientes del funcionamiento adecuado de todo el sistema, tal y como debe ser, para evitar las graves afectaciones.
Y como todo con el alcalde de Medellín Daniel Quintero, a quien le gusta estar apagando incendios cuando se ve afectada su imagen por alguna de sus habituales determinaciones equivocadas; ahora resulta que cree necesario hacer «un diagnóstico antes de que las lluvias comiencen». Pero las lluvias comenzaron hace tiempo y el diagnóstico y la decisión de atender el alcantarillado llegarán demasiado tarde.
Este es otro «logro» más que debe sumarse a la mala gestión de Daniel Quintero, pues consiguió lo impensable: convertir a Medellín en una Venecia, con todo y canales navegables.
