La próxima celebración de la COP16 en Cali, un evento clave en la agenda internacional sobre cambio climático, ha estado marcada por crecientes preocupaciones de seguridad debido a las amenazas y ataques recientes atribuidos a las disidencias de las Farc, comandadas por Iván Mordisco. El atentado con explosivos en Jamundí, muy cerca de Cali, ha desatado temores sobre la capacidad de estos grupos armados para desestabilizar la región.
A pesar de las amenazas, tanto el Gobierno Nacional como la Alcaldía de Cali aseguran que la seguridad está completamente garantizada para el evento, implementando un plan de protección robusto que incluye fuerzas adicionales, drones, cámaras de vigilancia, y la colaboración con agencias internacionales de seguridad.
Las amenazas de las disidencias de las Farc y la sofisticación de sus ataques
En las últimas semanas, Colombia ha sido testigo de un aumento en las acciones violentas por parte de las disidencias de las Farc, particularmente bajo el liderazgo de Iván Mordisco. Este grupo, que se separó del proceso de paz en 2016, ha intensificado sus ataques contra infraestructuras clave, fuerzas de seguridad y, en ocasiones, contra la población civil. Uno de los desarrollos más preocupantes ha sido el uso de drones con explosivos, una estrategia que antes solo se veía en conflictos en Medio Oriente y que demuestra la creciente capacidad de esta guerrilla para realizar ataques aéreos de precisión.
El atentado más reciente en Jamundí, un municipio colindante con Cali, puso nuevamente en alerta a las autoridades. La explosión ocurrió cerca de una Estación de Policía, dañando además la vivienda de los padres del exalcalde de la localidad. La alcaldesa, Paola Castillo Gutiérrez, ha expresado su profunda preocupación sobre lo que este ataque podría significar en términos de vulnerabilidad para la capital del Valle y las áreas circundantes, especialmente a pocos días del inicio de la COP16. Las cámaras de seguridad del municipio captaron imágenes de un hombre que dejó un paquete frente a la Estación de Policía antes de huir en motocicleta, lo que refuerza la teoría de un ataque premeditado y orquestado por grupos armados.
El impacto de los ataques en la percepción de seguridad en la región
La población civil de Cali y sus alrededores no es ajena a los problemas de seguridad, pero el aumento de los ataques con explosivos y la presencia de grupos armados tan cerca de la ciudad han generado una sensación de inseguridad creciente. La proximidad de Jamundí a Cali, y la importancia de este municipio dentro del área metropolitana, hacen que cualquier acto de violencia en esa zona tenga un impacto directo en la percepción de seguridad de la Sultana del Valle.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales y nacionales por contener las amenazas, los ataques recientes demuestran la capacidad de los grupos armados para golpear en momentos clave. Los ataques con drones, que han alcanzado incluso guarniciones militares, ponen de relieve la sofisticación tecnológica de estas guerrillas y su capacidad para desafiar la seguridad en lugares que antes se consideraban relativamente seguros.
Las declaraciones del alcalde Alejandro Eder y el plan de seguridad para la COP16
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, ha sido enfático al asegurar que la ciudad está preparada para garantizar la seguridad de los asistentes y participantes de la COP16. Eder ha trabajado en coordinación con el Gobierno Nacional para establecer un extenso dispositivo de seguridad que incluye la presencia de más de 10,000 efectivos entre policías y militares, con especialidades en vigilancia, inteligencia y operaciones urbanas.
Además, se ha diseñado un corredor de seguridad entre el aeropuerto y el centro de convenciones Valle del Pacífico, donde se llevarán a cabo las conferencias y negociaciones climáticas. Este corredor contará con vigilancia 24 horas, cámaras de seguridad y drones para garantizar que los delegados internacionales puedan moverse con seguridad por la ciudad.
Eder ha resaltado la colaboración con agencias internacionales, como las fuerzas de seguridad de Naciones Unidas y la Policía de Nueva York, que también estarán presentes para reforzar las medidas de protección. Asimismo, se ha instalado un sistema de emergencias que involucra a todos los hospitales, clínicas, bomberos, y la Cruz Roja, en caso de que se presenten situaciones que requieran una respuesta inmediata.
Jamundí y Yumbo: puntos clave en la estrategia de seguridad
Los municipios aledaños a Cali también forman parte de la estrategia de seguridad para la COP16. Jamundí, Yumbo y otros municipios del área metropolitana recibirán un despliegue especial de fuerzas, debido a su proximidad tanto con Cali como con el centro de convenciones. El atentado reciente ha hecho que las autoridades presten especial atención a este municipio, dado que los ataques podrían replicarse en otras áreas vulnerables.
El Gobierno Nacional ha destacado que se están realizando operativos preventivos en todos estos municipios, con especial énfasis en Jamundí y Yumbo, para garantizar que no existan amenazas latentes durante el desarrollo del evento. Las fuerzas de seguridad están equipadas con tecnología de punta, incluyendo drones de vigilancia, que permitirán monitorear en tiempo real cualquier actividad sospechosa en los alrededores de la ciudad.
La respuesta del Gobierno Nacional: un blindaje total de Cali
El Gobierno Nacional, liderado por el presidente Gustavo Petro, también ha mostrado su compromiso para asegurar que la COP16 se realice sin contratiempos. Según información oficial, se ha dispuesto una fuerza especial de 4,000 policías adicionales para vigilar la ciudad, que se suman a los 6,300 efectivos de la Policía Metropolitana de Cali. Estos policías, junto con 1,600 soldados del Ejército entrenados en fuerzas especiales urbanas, patrullarán tanto las áreas urbanas como los corregimientos rurales, dado que más del 70% del territorio de Cali es de carácter rural.
Además de las medidas terrestres, el gobierno ha implementado una restricción temporal al espacio aéreo en Cali durante los días de la conferencia. Esto incluye la prohibición de vuelos no autorizados y el uso de aeronaves no tripuladas (drones) en las cercanías del evento, con el fin de evitar posibles ataques aéreos por parte de grupos armados.
¿Están justificadas las preocupaciones por la seguridad de la COP16?
A pesar de las garantías de seguridad ofrecidas por el Gobierno Nacional y la Alcaldía de Cali, muchos en la población aún temen que las disidencias de las Farc puedan intentar desestabilizar el evento. El uso de drones con explosivos y los ataques recientes han demostrado que estos grupos tienen la capacidad de lanzar ofensivas incluso en momentos y lugares críticos. Además, la creciente sofisticación de sus ataques ha puesto en duda si los dispositivos de seguridad convencionales serán suficientes para prevenir actos de violencia.
El reto de la seguridad en eventos internacionales en Colombia
Las autoridades, sin embargo, se han mostrado confiadas en la solidez de su plan de seguridad, destacando que las medidas implementadas superan en cantidad y tecnología a las empleadas en eventos anteriores. Según Alejandro Eder, “Cali está blindada”, y la coordinación con organismos internacionales garantiza que la COP16 se desarrollará sin incidentes. Por su parte, Susana Mohamad, Ministra de Medio Ambiente, ha subrayado que Naciones Unidas controla internamente la seguridad del centro de eventos, añadiendo una capa adicional de protección.
La COP16 no es solo un desafío en términos logísticos y diplomáticos, sino también en seguridad. Colombia, un país que aún enfrenta múltiples desafíos en términos de grupos armados ilegales y violencia, debe demostrar que es capaz de albergar eventos internacionales de esta magnitud sin comprometer la seguridad de los asistentes. A pesar de los riesgos, tanto las autoridades nacionales como internacionales parecen estar comprometidas en garantizar que el evento se realice sin mayores sobresaltos.
El éxito de la COP16, en términos de seguridad, no solo fortalecerá la imagen de Cali y Colombia en el ámbito internacional, sino que también sentará un precedente sobre cómo el país puede gestionar eventos globales en un contexto de amenazas persistentes.
