En el marco de la visita del presidente Gustavo Petro a Medellín el pasado martes 6 de junio, donde lideró un consejo de seguridad sobre “violencia de género”, la oficina de prensa hizo la convocatoria a los medios de comunicación paisas, para el registro y cobertura de la visita presidencial, en la que también estaba presente la Vicepresidente Francia Márquez. A los periodistas se les indicó que una vez finalizado el Consejo de Seguridad, se llevaría a cabo una rueda de prensa. Todo tuvo lugar en la sede de la Cuarta Brigada.
Según fuentes confidenciales de IFMNOTICIAS que estuvieron en la cobertura informativa, los periodistas fueron convocados desde las 2:30 p.m y fueron conducidos al comedor del Casino de Suboficiales, donde los ubicaron para que estuvieran atentos y obtener declaraciones del mandatario.
Sin que se les permitiera salir del comedor hacia ninguna otra dependencia del cantón militar, los periodistas pasaron siete horas encerrados a la espera de que fueran invitados a la sala para hacer imágenes, tomar fotos y presenciar el consejo de seguridad y hacer la cobertura. Pero nada. Nunca fueron invitados a pasar, tampoco se les permitió salir del comedor y nunca llegó Petro para la rueda de prensa prometida.
Los equipos de los periodistas quedaron tendidos en el suelo, las cámaras se quedaron preparadas y los micrófonos listos para obtener las declaraciones del presidente, mientras desde sus respectivas salas de redacción, les pedían material para ser transmitido o al menos que dieran algún informe del avance de la visita de Petro en Medellín. Pero nada de eso fue posible. A los comunicadores los encerraron y no pudieron mas que salir al aire con disculpas de que nada había pasado o con la frase de cajón, “a esta hora avanza el consejo de seguridad con la presencia de Petro”… nada mas.
Según le contaron a IFMNOTICIAS los periodistas salieron del lugar a las 9:00 p.m. Estuvieron toda una tarde y parte de la noche esperando al presidente. Nunca les dieron una explicación del por qué la no llegada del presidente. “La peor pérdida de tiempo” indicaron los periodistas indignados porque interpretaron el encierro como un “secuestro” que les impidió informar correcta y oportunamente.
En el lugar, cuentan las fuentes confidenciales, que varios comunicadores manifestaron: ¿entonces para que se hizo la convocatoria a la prensa?. Y es que señalaron que si no querían asistencia de periodistas lo hubieran dicho y mejor se hubiesen conectado a las redes sociales, pues todo fue transmitido por medio de redes sociales. “uno como periodista busca mas información que lo que sale en redes”, recuerda una de las fuentes.
Indican que “faltó más claridad y respeto por los periodistas“. Algunos corresponsales dijeron que “hubiese sido mejor estar atentos a las declaraciones de manera virtual desde la comodidad de nuestras oficinas y con la oportunidad de hacer otras cosas”. Y es que los comunicadores, en su mayoría corresponsales nacionales, creen que el encierro pudo tener otro propósito: “creemos que nos encerraron durante la visita de Petro engañados, para que no pudiéramos salir a las calles y tal vez informar si habían protestas contra el presidente y su visita en medio del escándalo de los audios”, dijo una de las fuentes que víctima del encierro.
Al final se dieron cuenta que Gustavo Petro había salido por otro lugar y que no atendió a la prensa, que se se fue por otro lado sin que los periodistas se enteraran, lo pudieran abordar y hacer las preguntas correspondientes, mas las que los directores les habían sugerido justo en un momento coyuntural. “El presidente salió huyendo ese día” declara otro de los periodistas.
Los periodistas se quejan porque los dejaron encerrados: “de allí no nos dejaron salir hasta que el presidente se fue. La única que apareció para hacer su intervención tras las largas horas de espera, fue la de la vicepresidente Francia Márquez, y a esas alturas pasaron imágenes grabadas por parte del personal de Presidencia y de la Alcaldía de Medellín, cuando ya para qué”, relata otra de las víctimas del encierro.
Fueron muy claras las declaraciones con tono de denuncia de las fuentes confidenciales de IFMNOTICIAS cuando indicaron que prácticamente los periodistas estuvieron “secuestrados” por horas y no les fue posible ejercer su trabajo y menos de cubrir otros eventos de lo que ocurrió en la ciudad durante la tarde.
“Este proceder no es más que el bloqueo informativo para los periodistas, lo que significa que fue una encerrona y un atentado a la libertad de prensa”, dijo una de las fuentes.
Esta situación generó malestar entre los periodistas, pero no fue noticia y solo quedó como una de las tantas anécdotas que pasan en el diario vivir de un corresponsal. No obstante debe registrarse como un comportamiento irregular, como un hecho es muy grave y un irrespeto a los periodistas, al oficio y a la libertad de prensa.
