El suicidio juvenil en Colombia se ha convertido en una crisis de salud pública que demanda una atención urgente por parte del gobierno, las instituciones educativas, el sector salud y la sociedad en su conjunto. Con un aumento preocupante en los casos de suicidio e intentos de suicidio en niños y adolescentes, las cifras más recientes, tanto a nivel nacional como local, reflejan una tendencia alarmante que no puede ser ignorada.
El Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha advertido que Colombia enfrenta un panorama complejo en materia de salud mental infantil y adolescente. Durante el primer trimestre de 2024, los índices de afectación en la salud mental aumentaron, lo que pone en riesgo a una parte considerable de la población más joven del país.
La Salud Mental en los Niños y Adolescentes Colombianos
De acuerdo con el Ministerio de Salud, el 44,7% de los niños y niñas en Colombia presentan indicios de afectaciones en su salud mental, una cifra que engloba a diferentes grupos de edad, desde jóvenes de 17 a 24 años, adolescentes de 12 a 16 años, hasta la población infantil de 6 a 11 años. Este dato coloca a Colombia en una posición crítica, especialmente si lo comparamos con las cifras globales: en el mundo, 168 millones de menores de edad enfrentan problemas similares.
El problema no se limita únicamente a la detección de problemas de salud mental, sino también a la falta de recursos adecuados para brindarles atención. Con apenas 2.5 psiquiatras por cada 100,000 habitantes, Colombia está muy por debajo de la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud, que es de al menos 10 por cada 100,000. Esto genera una brecha significativa en la atención oportuna y adecuada para los jóvenes que padecen trastornos de salud mental.
Aumento de los Suicidios en Jóvenes
Las cifras de suicidio en Colombia han tenido un aumento alarmante. Según datos de Medicina Legal, en 2023 se registraron 230 suicidios en niños, niñas y adolescentes, mientras que solo en el primer trimestre de 2024 esta cifra ya ha alcanzaba los 140 casos, lo que sugiere que el problema va en aumento.
Por otro lado, la Procuraduría General de la Nación reportó que en el primer semestre de 2023 hubo 1,540 suicidios en total en Colombia. De estos, 479 fueron jóvenes, 142 correspondieron a adolescentes y 1 a un menor de la infancia. Estas cifras ponen en evidencia que los jóvenes entre los 17 y 24 años son los más vulnerables a caer en este tipo de situaciones trágicas, seguidos por adolescentes de 12 a 16 años y niños de 6 a 11 años.
Factores que Contribuyen al Suicidio Juvenil
El suicidio en los jóvenes no puede ser atribuido a una sola causa; se trata de un fenómeno multifactorial en el que influyen diversos elementos. Entre las principales causas identificadas están los factores familiares, las presiones individuales, problemas comunitarios y violencias institucionales, entre otros.
Uno de los factores más preocupantes es el acoso escolar o bullying, que ha sido señalado como un detonante importante en muchos casos de suicidio juvenil. La exposición constante a situaciones de violencia psicológica, verbal e incluso física dentro de las instituciones educativas ha generado un ambiente que afecta significativamente la autoestima y el bienestar emocional de los estudiantes.
La pobreza también juega un rol significativo en la vulnerabilidad de estos jóvenes. En Antioquia, por ejemplo, el 87% de los intentos de suicidio reportados en 2024 provienen de personas de estratos 1 y 2, lo que indica que aquellos en condiciones de pobreza y pobreza extrema son más susceptibles de enfrentar problemas de salud mental sin tener acceso a los recursos necesarios para sobrellevarlos.
Los Datos Locales: Un Espejo de la Crisis Nacional
Antioquia, y en particular Medellín, han visto un aumento considerable en los casos de suicidio e intentos. Según el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, hasta marzo de 2024, Antioquia lideraba el número de casos reportados con 1,384 intentos de suicidio. De este número, 899 correspondieron a mujeres y 485 a hombres. No obstante, pese a que las mujeres son quienes más intentos de suicidio presentan, los hombres son quienes más consuman estos actos.
En Medellín, la situación es igualmente preocupante. Durante el año 2023, se reportaron 207 muertes por suicidio, de las cuales 165 fueron hombres y 42 mujeres. La tendencia de más hombres suicidándose se mantiene en toda la región, aunque las mujeres reportan más afectaciones en salud mental y son quienes más intentos de suicidio realizan.
Un aspecto relevante a tener en cuenta es que el suicidio no afecta de manera uniforme a todas las edades juveniles. En Medellín, los intentos de suicidio de jóvenes entre los 14 y 28 años representaron más del 50% de los reportados en toda la ciudad. Además, el 66% de los casos de suicidio en 2022, en comparativo, fueron perpetrados por hombres entre 18 y 28 años, mientras que el 15% correspondió a mujeres del mismo grupo de edad.
La Llamada a la Acción
Frente a este panorama, diversas instituciones han comenzado a hacer llamados urgentes para priorizar la salud mental de los jóvenes. La Defensoría del Pueblo, por ejemplo, ha solicitado que se le dé mayor importancia a la atención de niños, niñas y adolescentes, especialmente debido al aumento progresivo de los casos de suicidio e intentos de suicidio en este grupo poblacional.
El Concejo de Medellín también ha puesto el tema sobre la mesa, indicando que uno de cada ocho habitantes de la ciudad sufre de algún trastorno mental, como la ansiedad o la depresión, y que esta cifra ha crecido un 25% desde la pandemia. Las consecuencias de este «enemigo silencioso», como lo han calificado algunos, continúan manifestándose de manera preocupante.
La Urgencia de Políticas Públicas
Ante este panorama, es urgente que el gobierno colombiano, tanto a nivel nacional como local, establezca políticas públicas que se enfoquen en mejorar la atención en salud mental de los jóvenes. El aumento de los servicios de atención en salud mental en un 35%, reportado por la Universidad del Sinú, es un paso en la dirección correcta, pero claramente insuficiente ante el incremento del 12% en los casos de suicidio en menores de entre 10 y 12 años.
El Hospital Mental de Bello, por ejemplo, ha anunciado la modernización de sus instalaciones para ampliar su capacidad y brindar un mejor servicio a los pacientes, lo que permitirá una mayor cobertura en la atención a quienes pertenecen al sistema de salud subsidiado. Sin embargo, estos esfuerzos requieren un apoyo mucho mayor por parte de las entidades gubernamentales, especialmente en lo que respecta a la dotación de recursos humanos y financieros.
El aumento del suicidio juvenil en Colombia en 2024 es un problema que no puede seguir siendo ignorado. Las cifras son claras: más niños y adolescentes están sufriendo en silencio, y muchos de ellos están tomando decisiones trágicas ante la falta de atención oportuna.
Es crucial que se implementen políticas públicas que prioricen la salud mental de los jóvenes, se fortalezcan las redes de apoyo y se aumenten los recursos para la atención psicológica y psiquiátrica, con el fin de frenar esta crisis de salud pública.
