Unidad Investigativa
Para nadie es un secreto la presencia abusiva del nepotismo en todos los rincones de la alcaldía de Medellín, una práctica éticamente censurable que se aleja de la transparencia, por el evidente conflicto de intereses que enmarca, al igual de las inhabilidades que genera. Pero en la Alcaldía de Daniel Quintero, esto parece no importar y por el contrario, lo justifican al afirmar que “es que los paisas trabajan con la familia”; razón por lo que han hecho de la alcaldía, una famiempresa.
Dentro de estas relaciones de nepotismo, se da además de manera descarada, la de las relaciones afectivas, en una red de privilegios que se extienden mas allá de las familias a los conyuges, parejas, compañeros permanentes y hasta novios.
Es el caso del cuestionado Gerente de Empresas Varias, Gustavo Alejando Gallego, quien es pareja de la prima del Alcalde, Liliana Ramírez Quintero, actual Personera del municipio de La Estrella. Gallego deja su cargo a partir del primero de enero de 2022 para convertirse en Vicepresidente de Control Interno de EPM, en una relación que le ha resultado rentable al funcionario.
Su cargo como Gerente en Empresas Varias, será ejercido por Carlos Borja, de quien se dice es cuota de Jaime Cuartas, saliente presidente del Concejo de Medellín y afín al Alcalde Quintero. Este nombramiento que ha sido interpretado en el propio Conejo de Medellín, como “el pago a los buenos oficios de Cuartas desde la corporación para con el Alcalde”.
La nueva ficha de Quintero en EPM, pareja de su prima, ha sido señalado de no contar con la experiencia suficiente, ni con estudios en la materia, y quien llegaría como persona de confianza del Alcalde, prácticamente familia, a un cargo de permanencia de 4 años a partir de su posesión en el mismo, esto significaría, que en caso de no darse la revocatoria, este podría ocupar el cargo los dos últimos años de Alcaldía de Quintero Calle y los 2 primeros del próximo Alcalde, tiempo suficiente para cubrir errores y atar cabos, según los conocedores, según señalan los críticos al nombramiento.
Nuevamente, queda en el ambiente la politización de las vicepresidencias de las Empresas Públicas de Medellín, en vez de ser ocupadas con criterio técnico y meritorio. En este caso, los críticos señalan que la tendencia es que no haya méritos sino que “solo basta ser amigo del alcalde, sin importar si son o no aptos para los cargos”.
Y es que a la estricta Vicepresidencia de Control Interno, no llega un administrador o un ingeniero, sino un “licenciado en pedagogía infantil” que se hizo abogado y que también ha hecho la ruta de amistad con Quintero en la cantera del Ministerio de las TIC. Es de destacar que ha sido personero en el Municipio de la Estrella, en donde su pareja también tiene el mismo cargo y pasó por la Contraloría de Medellín durante un año.
Es así que la nueva ficha de Quintero Calle, es otro “enganchado” de quien se dice siempre aspiró a la Secretaría de Educación, cargo que le fue negado por Quintero por estar comprometida con fichas de Yordano Corredor, llega a controlar y verificar la legalidad de los procesos al interior de la joya de la corona – EPM – tras iniciar su carrera como contratista en alimentos El Tragadero como lo muestra su hoja de vida.
