Nueva polémica del presidente Gustavo Petro durante un evento público en Zipaquirá, el mandatario solicitó que se izara la bandera del M-19 para rendir homenaje a Carlos Pizarro, quien fue asesinado hace 34 años.
Este gesto generó fuertes críticas y polémica en diversos sectores políticos y sociales del país.
En su discurso, Petro destacó la figura de Pizarro como un “paladín de la paz” y recordó su papel en la construcción de la Constitución de 1991. Sin embargo, esta acción fue interpretada de manera diversa por distintos actores políticos y ciudadanos.
El Movimiento 19 de Abril (M-19) fue una guerrilla que, tras la firma de la paz en 1990, se convirtió en un partido político legal. Carlos Pizarro, uno de sus líderes más prominentes, jugó un papel significativo en el proceso de paz y luego incursionó en la política democrática como candidato presidencial antes de ser asesinado en 1990.
Para Petro, este acto simboliza la lucha de una generación que contribuyó a transformar el país. En sus palabras, esa generación derogó la Constitución de 1886, proclamó la de 1991 y hoy es parte del Gobierno de Colombia.
Este evento también estuvo marcado por la presencia de la bandera del M-19 en el lugar donde el presidente cursó sus estudios secundarios, agregando un simbolismo adicional a la ocasión.
El mandatario les pidió a unas personas que estaban en el auditorio que subieran la bandera del M-19 y se refirió brevemente a la trayectoria de Pizarro.
“Traiga esa bandera porque hoy estamos de fiesta. No les gusta que la saquemos, pero no va a estar debajo de los colchones. Hoy se conmemora un año más del asesinato de Carlos Pizarro, que estuvo aquí en Zipaquirá, el jovencito que salió a cambiar el mundo, después guerrero andante conmigo, después paladín de la paz asesinado”, dijo Petro.
Sin embargo, las reacciones no se hicieron esperar. La senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, criticó duramente el gesto de Petro, calificándolo como una afrenta a las víctimas del Palacio de Justicia y a todos aquellos afectados por la violencia generada durante el conflicto armado en Colombia.
Otros se refirieron al hecho como la promoción del terrorismo.
En medio de esta controversia, Petro continúa defendiendo su gesto como un acto de memoria y reconocimiento a quienes, como Pizarro, buscaron transformar Colombia a través de diferentes vías políticas y sociales.
