Por : Álvaro Ramírez González
Con 81 ańos de edad, Álvaro Leyva es el más viejo de todo el gabinete ministerial y del gobierno de Petro. Luego no estoy faltando al respeto cuando le digo “ viejo!”
Las faltas disciplinarias y los errores administrativos que cometió Leyva, producto del abuso de poder y según los analistas, de meter a su hijo Jorge con una empresa interesada en el negocio de los pasaportes de Colombia, tienen consecuencias fiscales, disciplinarias y sin duda penales.
¿Cómo así, que “ no me importa que demanden al Estado colombiano?” Y “ que me notifiquen en la tumba del fallo!”
¿Sabe Usted, Leyva, quien va a tener que pagar por ese descarado y flagrante abuso de autoridad al declarar desierta una licitación ya ganada (único proponente) por Thomas Greg & Sons? Pues nosotros los colombianos y son $ 120.000 millones de pesos.
Pero si no le servía esa Firma, que por 20 años le venía suministrando los pasaportes a Colombia, ¿por qué les hizo una compra directa, después de declarar una postiza emergencia, de miles de pasaportes para no suspender ese servicio?
¿Sirve o no sirve esa Empresa canciller Leyva?
Y lo más grave, “ Nunca hubo tal situación de emergencia “ dijeron los tribunales.
Esa situación “ la provocó deliberadamente el canciller Leyva, al declarar desierta una licitación que se tenía que adjudicar a Thomas Greg & Sons “ Y Leyva no lo hizo.
Se les robó descaradamente ese negocio que valía $ 600.000 millones de pesos y los colombianos deberemos pagarle a esa firma la indemnización por ese atraco, era pues elemental e inminente una sanción disciplinaria desde la Procuraduría General de la Nación.
Le abrieron un proceso disciplinario que seguramente terminará en destitución del cargo e inhabilidad por muchos años, pero mientras tanto, fue suspendido del cargo por 90 días.
En las siguientes condiciones:
- Esa suspensión rige de inmediato.
- No tiene apelación esa providencia.
¡Atérrense!
No solo el viejo sinvergüenza y abusivo, no hizo entrega del cargo.
Sino que siguió ejerciéndolo y firmando decretos, como si nada le hubiera pasado.
Hasta ahí, es Leyva un sinvergüenza, pero entra en la película Petro, el todopoderoso pidiendo a la procuradora que hizo la sanción a su canciller que se “ declare impedida “
Y desautorizando con su narrativa mentirosa con la que cambia y justifica todos sus errores, a la Procuraduría.
¿Se va a poner de ruana la justicia Petro? Hasta donde lo vamos a permitir?
Pues sépanlo, ese viejo sinvergüenza de Leyva, no va a entregar el cargo: Ni Petro, le va a nombrar reemplazo, un desacato de esas proporciones no conocía el país.
Petro está mostrando sus garras de dictador, y ya amenazó a los colombianos con una rebelión popular.
¡Y eso hay que atajarlo!