El creciente descontento con la administración del presidente Gustavo Petro sigue generando movimientos de resistencia en sectores de la oposición, quienes han decidido convocar a la “marcha del pueblo” para el próximo 23 de noviembre.
Originalmente programada para el 17 de noviembre, la manifestación fue aplazada debido a un evento deportivo en Bogotá que dificultaría su realización. La marcha busca reunir a los colombianos que se sienten afectados por las políticas del actual Gobierno.
El abogado y líder opositor Jaime Arizabaleta, cabeza de la organización, ha sido una de las voces más críticas. Según él, esta marcha es un grito necesario frente a lo que califica como un “gobierno antidemocrático” que ha implementado reformas peligrosas para la estabilidad del país y la seguridad de sus ciudadanos.
“Nos levantaremos contra un Gobierno que ha descuidado la seguridad, que le ha entregado el país a las guerrillas que hoy patrullan las vías del país”, afirmó Arizabaleta en un claro reproche hacia la gestión de Petro en temas de orden público.
Reforma y seguridad, el foco de las críticas
Uno de los principales motivos de la movilización es la inconformidad de la oposición con las reformas propuestas por el Gobierno de Petro, particularmente aquellas relacionadas con la salud y la economía.
Arizabaleta sostiene que las políticas del presidente han sido un ataque directo contra los derechos de los ciudadanos, además de ser un peligro para la economía nacional.
A esto se suman las críticas sobre la creciente inseguridad en el país, un problema que, según los opositores, ha sido alimentado por las decisiones del Gobierno al permitir que grupos armados ejerzan control en diversas zonas del territorio.
“La mentira y la persecución son las herramientas de este Gobierno para intimidar a sus críticos”, afirmó Arizabaleta, reforzando su postura de que Petro y su equipo han desviado el rumbo del país hacia un escenario de inestabilidad, tanto económica como social.
Ajustes logísticos y expectativas para la marcha
Con el cambio de fecha de la marcha, los organizadores esperan una asistencia masiva de colombianos dispuestos a expresar su rechazo a las políticas de Gustavo Petro.
La coincidencia con una carrera de ciclismo en la capital fue la razón por la que la manifestación, inicialmente planeada para el 17 de noviembre, se trasladó al 23, en busca de garantizar la seguridad y la efectividad del evento.
Esta convocatoria ha ganado el respaldo de diversos sectores, incluidos líderes políticos, organizaciones civiles y ciudadanos comunes, que ven en el Gobierno actual una amenaza para la democracia y el bienestar del país.
Los llamados a la marcha se han intensificado en redes sociales, donde la oposición busca movilizar a más colombianos a unirse a esta manifestación que, según ellos, es una protesta legítima contra un gobierno que no escucha las necesidades del pueblo.
La “marcha del pueblo” promete ser un punto de inflexión en la creciente tensión política de Colombia, y se espera que sea un mensaje claro de la oposición hacia Gustavo Petro. Sin embargo, las repercusiones de esta movilización están por verse.
