Dairo Antonio Úsuga David nació en Necoclí, Antioquia, el 15 de septiembre de 1971. Con sus 50 años ha sido mas conocido por los alias de «Otoniel», «Mauricio» y «Mao». Es hijo de una humilde familia campesina compuesta por su padre Juan de Dios Usuga Orrego y su recién fallecida madre Ana Celsa David. Otoniel es el hermano menor de Juan de Dios Úsuga David quien también nació en Necoclí, Antioquia el 26 de septiembre de 1967 y fue dado de baja por las autoridades en las selvas del Choco el 1 de enero de 2012, al oponer resistencia a su eminente captura, Juan de Dios era el jefe original del Clan y era conocido por el alias de «Giovanni» y es de quien hereda el poder.
Ambos hermanos ingresaron a las filas de la guerrilla de EPL siendo muy jóvenes, luego de la experiencia adquirida ingresaron a las filas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) comandadas por los hermanos Carlos y Vicente Castaño Gil. Dentro de esta organización estuvieron, junto a Daniel Rendón Herrera, Alias Don Mario quien es hermano de alias El Alemán. Los Úsuga David estaban a cargo de cobros de dinero y el manejo de rutas clave de narcotráfico, ganándose así, la confianza de sus comandantes.
A raíz de los buenos resultados, fueron enviados a los Llanos Orientales para formar parte del Bloque Centauros bajo el mando de Miguel Arroyave y tras el asesinato de Arroyave y Carlos Castaño, alias Otoniel emprendió una nueva gesta en compañía de alias Don Mario, dedicándose a lo que ellos denominan la exitosa retoma de la zona de Uraba.
Luego de la desmovilización de las AUC y del proceso de Rialto, Don Mario y los Hermanos Usuga David se declararon en rebeldía con este proceso y en el camino crearon lo que hoy se conoce como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), un intento de reducto ideológco-politico que apoyado por todo el aparato militar que habían logrado consolidar, lo quisieron utilizar para realizar acciones de pedagoría ideológica con las comunidades y una eventuel negociación de entrega y paz que, efectivamente se adelantó el gobierno de Juan Manuel Santos y que se frustró.
Entre tanto, las autoridades le daban nombre a las organizaciones, como “Los Urabeños”, el “Clan Úsuga” y finalmente y tras las protestas de habitantes de “Urabá y de ciudadanos que compartían el apellido Úsuga sin tener nada que ver y quienes interpusieron ante el Estado una demanda, terminó siendo denominado Clan del Golfo; mismo nombre que ostenta una organización criminal mexicana.
El nombre que adoptaron al interior los Úsuga, no era el de Clan sino el de la “Famiepresa”, la “Empresa” o la “Organización”. Tres denominaciones que eran además la forma como eran llamados en las calles de todos los municipios del Urabá, no obstante para el país, y tras la denominación de las autoridades, eran el Clan del Golfo.
El primero de enero de 2012, luego de ser dado de baja el hermano de Otoniel, Juan de Dios por parte de las autoridades en medio de una gran fiesta familiar de fin de año, Otoniel quien se libró de ser capturado por irse una hora antes de que se produjera el operativo, tomó el mando de su organización a pedido de la familia.
En la reorganización de “La Empresa” como llamaban internamente a su organización, se llegó a tener mando de más 1.800 hombres en tropas diseminadas por todo el país y logró que se unieran ex guerrilleros de Las Farc y el Eln, exmiembros de Los Rastrojos y Los Paisas e impuso, una estructura piramidal en la cual los puestos claves estaban dentro de su círculo de más confianza: su familia. Así se fue consolidando como el mas peligroso grupo armado organizado del país con un incalculable poder de cultivo, producción, transporte y comercialización de droga y un ejército sin moral capaz de cometer los más crueles crímenes.
Los puestos claves al interior de la organización, siempre fueron para sus hermanos y hermanas. Era su círculo de confianza y en donde se protegía el poder. Luego estaban su primos hermanos, en la misma línea de confianza y a quienes se les daba manejo de tropa, rutas de narcotráfico, minas de oro, compañías fachadas y compañías lícitas, de las que dicen, que pueden pasar cualquier prueba para evitar su extinción de dominio.
Dentro de los puestos claves estaban, por ejemplo, los primos hermanos de Otoniel, Harlison Usuga- Alias Orejas, extraditado a los estados Unidos y quién tenía el manejos de algunas zonas y rutas de narcotráfico en el Urabá Antioqueño y Chocoano; Alexander Montoya Usuga- extraditado también a los Estados Unidos y quien tenía manejo de tropa y el grueso de las rutas de la organización desde Honduras donde fue capturado y luego enviado a Colombia para iniciar el proceso que culminó con su extradición.
En el círculo interno y de más confianza, Otoniel no se arriesgaba y nombró a dos de sus hermanos más cercanos en un puesto clave dentro de su organización: las finanzas.
En esta posición estuvo primero Nini Johana Usuga David- Alias la Negra- quien fue capturada en una vivienda en el Barrio los Colores de Medellín, muy cerca de la sede de La Cuarta Brigada del Ejército, para luego fugarse de su sitio de prisión, ser recapturada y luego, puesta en proceso de extradición.
Luego de la captura de su hermana Nini Johana, Dairo Úsuga -Otoniel- decidió nombrar a su hermano menor Carlos Mario Usuga David -Alias Calentano- en esta posición hasta su captura en un centro comercial en Montería y puesto también en proceso de extradición.
Dairo Antonio Úsuga David, había decidido en un comienzo utilizar todo tipo de aparatos y dispositivos de última tecnología para sus comunicaciones familiares y de negocios; pero luego de enterarse que había un software especial que podía detectar su voz vía telefónica se adaptó y se deshizo de toda tecnología, al punto de volver a métodos arcaicos. Su manera de comunicarse, era a través de correos humanos con quienes mandaba sus mensajes y ordenes.
Los correos humanos, eran siempre portadores de dispositivos de memoria USB que grababa en un computador portátil sin conexión a internet y para los más cercanos sus mensajes y órdenes eran entregadas en papel con su puño y letra. En todos los casos, la orden era destruir las evidencias tras ser recibidas.
Para que la estructura funcionara, no se perdonaban errores. Quien no obedecía la orden o fallaba, el destino era claro: la muerte. Así operó además, para evitar por mucho tiempo las dilaciones. Entre tanto en los territorios donde tenía directa influencia y se sentía seguro, los ciudadanos eran bien recompensados, por lo que las lealtades para Otoniel, tenían precio.
A Otoniel se le atribuye el haber mandado robar un helicóptero en tiempos de la fuga de el Chapo Guzmán, para transportarlo y resguardarlo en el Urabá por unos días. Sobre este episodio, es mas el mito que lo que se haya podido verificar, pero hay quienes creen ciegamente, que la amistad con el Chapo Guzman, fue además sellada con lealtad y que justo con él, se planearon los nexos que hoy el Clan, mantiene con los carteles mexicanos.
Ante esto, es a Otoniel a quien se le atribuye haber traído a los mexicanos a trabajar a colombia desde el comienzo del proceso, convirtiéndolos en socios de laboratorios. En medio esa sociedad, es que los organismos de inteligencia, buscan verificar el envío de semillas mejoradas de la mata de Coca que ya comenzaron a ser cultivada en México y la instalación de laboratorios en el territorio mexicano en donde, según las informaciones, ya se comenzó a procesar coca del Clan de Otoniel y los carteles mexicanos, ahorrando en costos de transporte, por la cercanía con los Estados Unidos.
Pese a la desconexión total, a vivir en varias viviendas rústicas en medio de la selva, de haber diseñado sofisticadas rutas de escape y conexión entre los lugares en donde dormía y en donde no se quedaba mas de dos noches seguidas y de haber diseñado varios cordones de seguridad con centinelas que le mantenían informado de quien se acercaba; Otoniel no pudo eludir las acciones de la última semana.
Esta estrategia de la vieja escuela, le sirvió para evadir las autoridades durante mucho tiempo hasta ayer que fue capturado. Ahora este hombre, con el amplio prontuario delictivo y por quien la justicia de los Estados Unidos ofrecía hasta 5 millones de dólares por información para su captura; será sometido al proceso de extradición, al tiempo que se activan todos los expedientes judiciales en el marco de la cooperación, para que también responda por los delitos cometidos en Colombia.
