La pregunta que yo me hago es la siguiente: ¿Si todos los hospitales públicos del Departamento incluido el San Jorge están en profunda crisis económica y algunos al borde del cierre, para qué construir uno más? ¿Para llenarlo de burócratas recomendados de los políticos?
Está probado hasta la saciedad que el Estado no es capaz de administrar un hospita, todo se lo roban, y todo se arruina.
Recuerdo no hace mucho tiempo, al final del mandato del gobernador de Risaralda Sigifredo Salazar, el Hospital San Jorge presentaba un déficit de $ 20 mil millones de pesos producto del mal manejo y la corrupción. Eso fue ampliamente difundido por los medios.
Hablaron de contratos de prestación de servicios inútiles, sobreprecios en los medicamentos etc.. Recuerdo que por allí pasaron seis gerentes recomendados por el gamonal conservador.
¿Saben en qué terminó ese episodio? El dinero se perdió y ninguno de los gerentes, directos responsables de ese desfalco respondió por nada salieron limpios como si nada.
Ese modelo hay que cambiarlo y buscar la intervención y gerencia privada para que tenga alguna sostenibilidad y más bien, el Estado contratar con esas clínicas privadas los servicios de salud para sus afiliados así funciona en los países avanzados ¿Por qué no copiamos lo bueno de los países desarrollados?
El camino del Hospital de Alta complejidad del Departamento ha sido muy tortuoso dado que los fondos que había conseguido el ex contralor Felipe Córdoba ya no están.
Iniciaron una obra con el apuro y la falta de planificación de los políticos, pues ya se acabaron los recursos y el pronóstico de conseguir nuevos es definitivamente improbable por no decir que imposible y con la crisis económica del gobierno Petro, todavía más ahora el resultado un elefante blanco más.
Allá se van a quedar unos edificios en obra negra y hasta aquí nos trajo el río, yo no deseo eso para esa magnífica iniciativa, pero todo apunta a que eso le va a pasar.
Ayer se iniciaron las obras de la Clínica Tatamá, de iniciativa privada y con el apoyo de la Fundación Santa Fe y la Fundación Santodomingo, además de un juicioso y largo proceso de estructuración y planificación de cada detalle y cada centavo de la obra allí está la monumental diferencia.
La Clínica Tatamá, será una realidad en el tiempo planeado por sus dirigentes allí no habrá retrasos, ni crisis ni nada y va a operar sin contratiempos financieros.
Allí están los que saben de finanzas, y de administración hospitalaria, estarán los mejores no los recomendados de los políticos.
El Hospital de alta complejidad será uno más de los errores, y el oportunismo de los políticos que no tienen dimensión del dinero.
Escuché por la radio varios meses, al exgobernador Tamayo pagando con dineros del departamento una costosa campaña de cuñas publicitarias, de auto elogios, anunciando como triunfo suyo, la realidad de un hospital que no va a ser ¿Qué tal esa? Nosotros pagando los auto elogios de un gobernante ¿ Por obras que no van a llegar? Esos son los políticos, vendedores de cuentos e ilusiones.
Sobremesa 1
Audifarma anunció que suspende definitivamente la entrega de medicamentos por el no pago de la Nueva EPS, ahora sí, se reventó el sistema de salud de los colombianos.
¿Dónde van a enterrar a los muertos presidente Petro?
Sobremesa
El proyecto del Hospital de Alta complejidad tiene embolatados más de $400.000 millones de los $600.000 que valen su construcción y montaje y ni la Alcaldía ni la Gobernación tienen recursos para socorrerlo. Sin esperanza.