Según lo manifestaba el día de hoy a los periodistas, el suspendido alcalde Daniel Quintero Calle, su cercanía con el estratega de propaganda negra Amauri Chamorro, el gurú de los «Troll Centers», se debe a que el vínculo con este es su novia.
En palabras del suspendido alcalde, se trata de María Camila Arias Martínez una joven que intenta mantener un perfil bajo pero que fue referenciada por primera vez, cuando una investigación del medio investigativo El Armadillo, en abril del 2021, dejó en evidencia la relación de la Alcaldía de Quintero Calle con el brasilero-ecuatoriano Chamorro, indicando además, que estaba a cargo de la narrativa de la Alcaldía de Medellín en temas como EPM, el GEA e Hidrotuango.
Según se deja en evidencia, la pareja de Chamorro se venía lucrando desde el año 2020 por medio de una serie de contratos suscritos a través de la empresa Alfaro comunicaciones. María Camila Arias Martínez también tuvo contratos a título personal con la Institución Universitaria Pascual Bravo, en un convenio que se realizaba a través de la Secretaría de Comunicaciones de la Alcaldía a cargo de Juan José Aux.
María Camila Arias, quien acompaña a Chamorro en la implementación de estrategias «negras» para todas las campañas de izquierda en Latinoamérica, ha sido fundamental, desde los días de su vinculación con la Alcaldía de Medellín, en el establecimiento de los nexos del suspendido alcalde Daniel Quintero con el candidato Gustavo Petro, como bien lo explico el exalcalde, al manifestar la cercanía con ésta, en calidad de militante de su movimiento.
Es de recordar que quien es presentado como el novio de Arias Martínez ha sido estratega de Hugo Chávez en Venezuela, de Cristina Fernández en Argentina, de Daniel Ortega en Nicaragua, de Rafael Correa en Ecuador y de Pedro Castillo en Perú; entre otros líderes de la izquierda latinoamericana que buscan imponer el modelo del «socialismo del siglo XXI» en la región, valiéndose de la creación de «Troll Centers» o ejércitos de tuiteros y hackers que pretenden perseguir, hostigar y dañar la imagen a través de lo que en la práctica se denominan «bodegas». De hecho, Arias Martínez trabaja con Chamorro en estas actividades de propaganda sucia.
Y es que la participación de Arias en el petrismo, no es solo como enlace de Chamorro a través de la empresa de éste, Alfaro comunicaciones, que como lo dejó en evidencia IFMNOTICIAS.COM en una investigación publicada el 21 de diciembre del 2021, es la encargada de la fallida estrategia de comunicaciones del suspendido ex alcalde Quintero Calle.
IFMNOTICIAS.COM en otra de las investigaciones realizadas tiempo atrás, en junio de 2021, ya reseñaba la participación del estratega Chamorro, relacionado con la feria de contratos en la que se daba prioridad a la estrategia de «Troll Centers», con los que se comenzó a perseguir, hostigar y señalar a los líderes de la revocatoria, los opositores políticos de Quintero Calle y a los medios de comunicación críticos a la gestión administrativa, a través de perfiles de redes sociales y medios digitales Fake, buscando desprestigiar a los opositores y denunciantes, con mentiras y burdos montajes.
Pero retomando a la pareja de Amauri Chamorro en Colombia, María Camila Arias, quedó claro que, además, desde su llegada a la campaña de Gustavo Petro y del Pacto Histórico, dejó la huella de su pareja Chamorro, implementando lo que muchos llaman «la vieja y confiable estrategia de la victimización».
Arias Martínez es oriunda del Quindío y su zona de mayor influencia es precisamente el Eje Cafetero. Por esta razón, fue nombrada jefe de campaña de Gustavo Petro en dicho departamento.
Sobre el nombramiento, realizado el 25 de abril de este año electoral, María Camila Arias Martínez dio a conocer su designación en sus redes sociales el día 27 de abril de 2022 y a partir de ahí inició su estrategia de campaña dirigida por Amauri Chamorro; es decir, el brasilero-ecuatoriano actúa para el petrismo, por interpuesta persona, en el desarrollo de sus estrategias de campaña sucia o negra, ya conocidas en diferentes partes del continente.
La victimización como estrategia: un libreto conocido
No había pasado una semana desde el nombramiento de Arias, cuando Gustavo Petro simulaba amenazas, casualmente, en la gira que adelantaría por el Eje Cafetero; justamente la tierra de Arias Martínez y región en la que está encargada de ser la jefe de campaña. La casualidad, para algunos analistas consultados, no fue tan casual, sino que corresponde, precisamente, a la puesta en marcha de una estrategia con sello y apellido propio: Chamorro.
De inmediato se regaron por las redes las alertas y la cancelación de la gira por la zona, llegando rápidamente a los medios nacionales como una información de impacto. Una vez más el candidato era noticia, esta vez por las presuntas amenazas de las que nadie conoció y de las cuales, los organismos de inteligencia y seguridad carecían de información, pues el tema ni siquiera había sido mencionado en rumores. La información apareció de la nada y fue atribuida al supuesto trabajo de un grupo de escoltas extranjeros del propio candidato. Con los días, nadie creyó en la historia y la narrativa se desvirtuó y se desvaneció. En realidad, todo esto era obra de Chamorro y su pareja María Camila Arias, militante y amiga de Daniel Quintero Calle, ex contratista de la Alcaldía de Medellín y activista de la campaña de Gustavo Petro, según lo aseguran las fuentes a IFMNOTICIAS.COM.
Pero mientras veían que se desvanecía el relato y los medios y autoridades dudaban de la versión, trataron de sacar de la manga una última recomposición de la versión para dar sustancia al asunto. Es así como decidieron que era necesario vincular la presunta amenaza de Gustavo Petro, a una figura de mayor impacto y recordación en la zona por los hechos violentos en los que fue asesinado.
Fue así como decidieron tomar la figura y el recuerdo de Lucas Villa y su supuesto asesinato, para vincular su muerte, para muchos accidental, con la estrategia y la narrativa de la «seriedad» de una presunta amenaza en contra del candidato Gustavo Petro en el Eje Cafetero.
Posterior a esto, continuó con la estrategia que había planeado Chamorro para la zona, esta vez vinculando al paro armado del año anterior con el contrincante de Gustavo Petro. Cabe recordar que el soporte de esta estrategia estuvo siempre a través de las redes sociales por medio de los «Troll Centers» creados para ello.
No obstante, pese a los esfuerzos de recomponer una y otra vez la narrativa, haciendo uso de elementos varios a fin de acuñar la estrategia, esta les resultó fallida cuando no se sustentó desde las autoridades y organismos de inteligencia, la existencia real de dichas amenazas; mas cuando precisamente es Gustavo Petro la persona mas protegida del país por estos tiempos.
La participación de María Camila Arias, con nexos comprobados entre el petrismo y la Alcaldía Quintero, en representación de Amauri Chamorro, elaboró una nueva estrategia, fruto del desespero: la convocatoria al fallido plantón de la tarde del 11 de mayo tras la salida del exalcalde Daniel Quintero Calle por cuenta de la suspensión decretada por la Procuraduría.
Según lo aseguran las fuentes, «cabe recordar también que Arias Martínez tiene fuertes vínculos con las FARC. No es gratuito que en 2019, en la plenaria de la ONU, estuviera defendiendo a la JEP», según afirman. El hecho quedó registrado en los medios de comunicación nacionales, como el caso del periódico El Tiempo, que registró la noticia.
La presencia de María Camila Arias Martínez podría haber pasado desapercibida. Sin embargo, la asistencia de Amauri Chamorro en el acto de ayer, abrió de nuevo el debate sobre la presencia del gurú de los «Troll Centers» en la Alcaldía; justo al encontrarse permanentemente detrás del ex alcalde y del Capitán Yepes, jefe de seguridad de Quintero; en lo que sería la última actuación del hoy exmandatario como alcalde de Medellín.
A propósito, la presencia de Chamorro justo en esa posición, se debió a que, según cuentan fuentes cercanas, era el encargado, junto con Diana Osorio, de dictarle al alcalde el discurso que dio; para lo que tanto Chamorro como Quintero Calle tenían dispositivos de comunicación, que fue evidente en el oído derecho del alcalde.