Luego de una orden directa del primer ministro Benjamín Netanyahu, el Ejército israelí inició una nueva ofensiva aérea sobre la Franja de Gaza. De acuerdo con la información, Netanyahu instruyó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a ejecutar “ataques contundentes” contra el enclave palestino.
La decisión se produce luego de que el Gobierno israelí acusara a Hamás de haber violado el acuerdo de cese al fuego promovido por Estados Unidos.
Medios han indicado que las fuerzas israelíes comenzaron a bombardear de norte a sur el territorio gazatí. La cadena catarí Al Jazeera, con amplia presencia en el terreno, informó sobre fuertes explosiones en la ciudad de Gaza, en el norte, mientras que la agencia de noticias Sanad vinculada a Hamás registró ataques de artillería en Deir al Balah y bombardeos en zonas del sur del enclave.
La oficina del primer ministro israelí confirmó que, tras una reunión de alto nivel con el gabinete de seguridad, Netanyahu ordenó “de inmediato poderosos bombardeos” en diferentes puntos del territorio palestino. Aunque no se han detallado los objetivos específicos, fuentes oficiales señalaron que las operaciones se desarrollan “en plena coordinación con Estados Unidos”. La portavoz del gobierno israelí, Shoh Bedrosian, indicó que las acciones fueron comunicadas al presidente estadounidense y a su equipo de seguridad.
Los primeros informes de campo dan cuenta de al menos tres ataques en distintos sectores de Gaza. La escalada se habría originado luego de que Hamás entregara a Israel un cuerpo que, según las autoridades israelíes, ya había sido devuelto anteriormente. El hecho, calificado como una “provocación”, incrementó la tensión entre las partes y llevó a Netanyahu a autorizar la reanudación de los bombardeos.
En el sur de la Franja, se han registrado también enfrentamientos y fuego de artillería procedente de tanques israelíes, en respuesta a presuntos disparos realizados desde posiciones de Hamás. Ante la situación, Israel decidió restablecer la denominada “zona amarilla”, una franja de seguridad que limita las operaciones de ambos bandos cerca de la frontera.
El primer ministro Netanyahu reafirmó su postura al declarar que Israel “no necesita autorización para bombardear a sus enemigos”, subrayando que el país es “un Estado independiente que defiende su soberanía y seguridad”.
Hasta el momento, no se han reportado cifras oficiales de víctimas ni daños materiales, aunque las autoridades locales en Gaza confirmaron que varios sectores residenciales permanecen sin energía eléctrica. Organismos humanitarios expresaron preocupación por la reanudación de la violencia y advirtieron sobre los riesgos para la población civil.
