A un día de la llegada de la minga indígena a Cali ha surgido preocupación entre las autoridades locales, completamente en silencio vienen planeando los indígenas Misak su arribo a la Capital del Valle, los mismos que meses atrás derribaron la estatua de Sebastián de Belalcázar y que el alcalde dice que la restauración tiene un costo de $350 millones de pesos.
Hasta el momento los diálogos que se han mantenido desde la Administración Municipal con las directivas del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, permiten garantizar que la minga no tendrá inconvenientes durante su estancia en Cali y que la presencia de esta comunidad no generará alteraciones o desmanes en la ciudad, pero en la ciudad no se le cree a la administración.
No obstante, se conoció que en las últimas horas las autoridades locales recibieron informes de inteligencia que señalan que por lo menos 300 indígenas guámbianos se vienen preparando para llegar a instalarse en las inmediaciones del pedestal donde estuvo ubicada la estatua, en el oeste de la ciudad.
Ante esta situación, emisarios de la Administración local establecieron contactos con las directivas del Cric para conocer lo que puede haber detrás, pero los dirigentes de la principal organización indígena del departamento del Cauca habrían señalado que no pueden responder por las acciones de los Misak porque ellos están distanciados y vienen actuando como ‘rueda suelta’.
Pese a algunos intentos por dialogar con los Misak, las directivas de esta comunidad se han negado a buscar un acercamiento con los líderes de la minga y con el Gobierno local, por lo que existen serias dudas y preocupación frente a lo que tengan planeado este viernes, cuando estarían llegando de manera simultánea con los demás integrantes de la minga que lidera el Cric.
Hasta el momento, el Alcalde de Cali Jorge Iván Ospina, que ha venido liderando la coordinación de todos los organismos de seguridad de la ciudad para evitar posibles desmanes durante la jornada del próximo viernes y que se puede ir por varios días esta presencia en la sultana del valle, se ha pronunciado al respecto.
La Gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, se refirió sobre la llega de las comunidades Misak y aseguró que, aunque en el departamento serán recibidas todas las comunidades indígenas que vayan a participar en las movilizaciones programadas, lo que está claro es que “no se van a permitir acciones violentas”.
“En el Valle del Cauca cabemos todos. Siempre y cuando no se altere el orden público, no haya daños a infraestructura, bloqueos en vías, ni acciones violentas que vuelvan a afectar el normal desarrollo de las actividades de las comunidades y el proceso de reactivación económica”, comentó la Mandataria departamental.
De acuerdo con lo manifestado por Roldán, a pesar de que ya se están adelantando acciones para que la presencia de los indígenas en el Valle y, especialmente, en Cali no genere alteraciones de orden público, también se ha solicitado al gobierno nacional acompañamiento especial para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
“Lo he dicho y reitero, no vamos a tolerar vías de hecho en movilizaciones del 10 de diciembre. Solicito al Ministerio de Defensa, el Ejército y la Policía Nacional desplegar todas sus capacidades en nuestro territorio, para prevenir cualquier acción contraria a las manifestaciones pacíficas”, precisó la gobernadora.
Según informaron las autoridades locales y departamentales, se espera que este jueves 9 de diciembre las comunidades indígenas ingresen a Jamundí y se ubiquen en un estadio que se acondicionó para ellos en este municipio. Posteriormente, en la mañana del 10 de diciembre, iniciarán su ruta hacia Cali.
El desplazamiento iniciará a las 8:00 a.m. desde Jamundí hasta la Universidad del Valle, donde la minga dejará sus chivas y dará inicio a una caminata hacia el Parque de las Banderas cerca al estadio Pascual Guerrero.
