Tras los disturbios registrados en Medellín durante las protestas del día de ayer, el alcalde Federico Gutiérrez se pronunció con firmeza sobre la necesidad de garantizar el orden público y otorgar mayores herramientas a la fuerza pública para actuar frente a actos vandálicos.
“El descontrol en las protestas no puede ser tolerado. Si no es social y pacífica, no puede hablarse ni tratarse como protesta”, afirmó el mandatario, calificando de “terroristas” y “delincuentes” a quienes se esconden tras capuchas para lanzar papas bomba, quemar vehículos y atemorizar a los ciudadanos.
El alcalde fue enfático al señalar que este tipo de acciones no son manifestaciones legítimas y que los responsables deben enfrentar todo el peso de la ley. “Además de cobardes, son delincuentes que deben ser capturados”, declaró.
Gutiérrez también expresó su preocupación por lo que consideró un debilitamiento de la capacidad de respuesta de las autoridades frente a estos actos. “Así es muy difícil. La fuerza pública está maniatada para restablecer el orden público. Ganan espacio los terroristas y pierde la ciudadanía cumplidora de las normas”, sostuvo.
El mandatario pidió no permitir interpretaciones legales que limiten la acción de la fuerza pública y exigió que esta cuente con garantías para actuar de manera oportuna y eficiente en la protección de los ciudadanos.
“Unos pocos no pueden poner en riesgo a una inmensa mayoría”, concluyó, reiterando su rechazo a los actos vandálicos que afectaron la seguridad y tranquilidad de la ciudad.