Cristian Halaby, empresario del plástico en Colombia, afirmó que al plástico lo han satanizado demasiado, pero resulta que, según afirmó en Un Café Con, el plástico resulta más amigable con el medio ambiente que sus sustitutos.
«El plástico es un material condenado o satanizado por una razón sencilla: porque flota. Y como es liviano, en las distintas superficies, ya sea en la tierra o en el agua o en lo que sea, flota; mientras que los otros materiales que compiten con él no flotan. Entonces el papel se deshace en el agua, pero no necesariamente se ha biodegradado. Y no estamos hablando de los contaminantes que suelta al diluirse. El vidrio se cae en el agua y pum, para abajo. Inclusive en la tierra usted hay veces que echa una palada de tierra y arranca a escarbar y empieza a encontrar pedazos de vidrio, y lo mismo pasa con las latas y con el metal y con todo eso. Pero el plástico no, el plástico flota, por eso lo han satanizado», explicó Halaby.
Según su versión, el ataque proviene de sectores políticos más que ambientalistas, y aseguró que el debate alrededor del impacto real del plástico se ha politizado, por lo que han tenido que defenderse en el Congreso de la República, con la ayuda de los congresistas que defienden los intereses de este gremio.
«Nosotros tenemos un ataque de unos falsos ambientalistas desde hace ocho años, más o menos, y nos ha tocado lidiar ese ataque en el Congreso de forma fuerte con la Cámara Ambiental del Plástico, quien se ha enfocado en demostrar con hechos y con la ciencia cómo y en qué escenarios, el plástico es más ambientalmente amigable que los sustitutos», afirmó el empresario.
Al plástico lo han satanizado, incluso en la tributaria
Para Halaby, los empresarios en Colombia, especialmente los que pertenecen al sector del plástico, enfrentan retos importantes porque, aparte de haberlo «satanizado», también les aplicaron un impuesto en la recién aprobada reforma tributaria, una reforma que ubicó a una serie de plásticos en la misma «colada de los plásticos de un solo uso».
«Encima de eso nos pusieron un impuesto dentro de la reforma tributaria que llama al plástico de un solo uso y allí metieron unos plásticos que en el mundo no son calificados como de un solo uso. Por ejemplo, el de embalar. Ese lo producimos nosotros de forma ambientalmente amigable, lo hacemos biodegradable. Pero el plástico de embalar en ninguna parte del mundo está mal calificado y aquí lo metieron entre los plásticos de un solo uso y así muchos otros con un impuesto que todavía no hemos podido entender», puntualizó Cristian Halaby.
El empresario también expresó que las bolsas de papel no son ambientalmente amigables porque, para procesarlas, tuvieron que gastar más combustible, talar árboles, utilizar químicos para tratar el agua, entre otros aspectos que lleva el proceso industrial de las bolsas de papel. Finalmente, aseguró que en Colombia están en riesgo 250 000 empleos que viven del negocio del plástico.
«Lo que necesitamos es quitarle la impermeabilidad para que los microorganismos se lo coman, ¿y sabe qué queda? Queda agua, biomasa y gas. Igualito que un banano cuando se biodegrada o igualito que cualquier otra pieza de material orgánico. Entonces, a la hora de la verdad creo que se están equivocando y los que vamos a sufrir esas equivocaciones somos los colombianos de a pie», finalizó Halaby.
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