Desconocidos forzaron una reja y entraron por una ventana al apartamento, dejando todo revuelto. La madre del precandidato presidencial había sido víctima de extorsión meses atrás. Autoridades investigan el caso.
La noche del sábado, desconocidos ingresaron de manera violenta a la vivienda de la madre del precandidato presidencial Héctor Olimpo Espinosa, ubicada en Sincelejo. El exgobernador denunció el hecho en sus redes sociales, mostrando imágenes del apartamento completamente revuelto y advirtiendo que su madre había sido víctima de intentos de extorsión en meses anteriores. Las autoridades adelantan investigaciones para esclarecer los móviles y responsables del ataque.
Los intrusos rompieron una reja y accedieron por una ventana, dejando muebles, documentos y objetos personales esparcidos por el suelo. “Hoy tocaron lo más sagrado que tengo: la tranquilidad de mi mamá. Se metieron a su apartamento, revolcaron su vida, sus recuerdos, sus documentos… Cuando uno ve a su madre con miedo, algo se rompe por dentro”, expresó el precandidato en un video publicado en su cuenta de X.
El dirigente político recordó que su madre había sido blanco de extorsiones previas, lo que incrementa la preocupación por su seguridad. “Colombia está viviendo una pesadilla. Casas violentadas, extorsiones, robos, amenazas… Me dicen las autoridades que capturan y capturan, pero muchos jueces sueltan. Siempre una excusa.
“Lo ocurrido en Sincelejo, es una radiografía de la Colombia que se nos escapa de las manos: extorsiones que se repiten, robos que se multiplican y una sensación de indefensión que se instala en cada hogar” afirmó el político.
Espinosa lo dijo con crudeza: “93 % de impunidad”. Y no es una cifra lanzada al aire; es el reflejo de un sistema judicial que captura para que otros suelten, que procesa para que todo quede en nada. Mientras tanto, las bandas criminales se fortalecen, la extorsión se normaliza y la violencia se convierte en rutina.
Este hecho toca fibras sensibles porque involucra a una madre, símbolo de lo que debería ser intocable. Pero también porque desnuda la fragilidad del Estado frente a la delincuencia. ¿De qué sirven los discursos sobre seguridad si las autoridades no garantizan lo más básico: la tranquilidad en el hogar?
Espinosa aprovechó la denuncia para reforzar su discurso sobre la crisis de seguridad y justicia en el país. Propusoreformas para reducir la impunidad, fortalecer la Fuerza Pública y construir nuevas cárceles, asegurando que hechos como este consolidan su determinación política. “Colombia merece volver a respirar… que las madres, las suyas y la mía, puedan dormir tranquilas”, concluyó.
