En una sesión que se extendió hasta la noche de este lunes, 28 de octubre, el Senado de la República no logró el consenso necesario para votar el articulado del proyecto de ley que busca modificar el Sistema General de Participaciones (SGP), una reforma que pretende otorgar mayores recursos a las regiones y avanzar en la descentralización.
A pesar de los intensos debates, los senadores solo aprobaron el informe de ponencia de la iniciativa, y luego se levantó el quórum. La votación del articulado fue reprogramada para hoy a partir de la 1:00 p.m., en medio de posturas divergentes sobre la autonomía regional y el centralismo.
El proyecto, que plantea aumentar la participación de las regiones en los recursos nacionales, ha generado tensiones dentro del Pacto Histórico y entre los aliados del Gobierno, donde se escuchan voces que cuestionan la viabilidad de la iniciativa. De hecho, 25 exministros y exviceministros de Hacienda emitieron una carta de advertencia, alertando sobre el riesgo que la reforma podría representar para las finanzas de la Nación en los próximos años.
Descentralización en debate: tensiones entre el Gobierno y Hacienda
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, expresó reservas sobre la iniciativa, enfatizando la necesidad de una “descentralización, sí, pero no así”, en referencia a los riesgos que podría implicar una mayor transferencia de recursos sin control claro. Aunque el presidente Gustavo Petro ha manifestado su respaldo a la propuesta, las voces disonantes en su propio partido y el gabinete reflejan las preocupaciones que rodean la sostenibilidad fiscal del Estado y el riesgo de un posible aumento de la corrupción en las regiones.
Inicialmente, el proyecto planteaba una modificación del SGP del 46%, pero fue ajustado al 39,5% en respuesta a las preocupaciones sobre el impacto económico. Aun así, congresistas como Paloma Valencia advirtieron que la medida podría tener consecuencias graves para la economía colombiana. “El país no puede olvidar su historia fiscal. Volver a los préstamos sin control es irresponsable y dejaría un hueco de $881 billones en 12 años. Esto no solo golpea nuestra economía; afecta directamente los bolsillos de los colombianos”, afirmó Valencia en un mensaje que resonó entre los legisladores preocupados por la sostenibilidad de la reforma.
Curiosamente, las preocupaciones terminaron siendo compartidas por congresistas de izquierda, de centro y de derecha, lo que llevó a que lo que se viera en el recinto del Senado, fuera un debate desprovisto de ideología y sí de busca de conciencia racional, algo que poco se ve por estos días en el Congreso.
Desconfianza por corrupción y falta de marco regulatorio
Otro de los puntos críticos en la discusión fue el temor a que un aumento de los recursos en las regiones sin un marco de competencias claro favorezca la corrupción. Varios senadores expresaron inquietudes sobre la falta de una ley de competencias que garantice que los recursos adicionales sean manejados con responsabilidad y transparencia, especialmente en zonas donde ya existen antecedentes de malversación. El propio presidente, Gustavo Petro, terminó avalando el proyecto, pero supeditado a una ley de competencias que se tramite posteriormente.
Optimismo en el Gobierno, pese a las diferencias
Al final de la jornada, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, celebró la aprobación del informe de ponencia y destacó lo que considera un “gran paso hacia la autonomía territorial” y el cumplimiento del compromiso del Gobierno con un acuerdo nacional.
“Hoy todas las bancadas de todos los partidos han apoyado esta propuesta de autonomía territorial. Se ha cedido en distintos aspectos, ya se votó la ponencia, y este martes votaremos el articulado. Hay un gran consenso en todas las fuerzas políticas en el Congreso”, afirmó el Ministro, mostrando un optimismo que contrasta con las reservas expresadas en otros sectores.
La sesión de esta tarde promete ser crucial para el futuro de la descentralización en Colombia, donde el Senado deberá encontrar el balance entre dar mayor autonomía a las regiones y preservar la estabilidad fiscal del país. Hay que recordar que este es un proyecto de reforma a la Constitución y que su camino apenas comienza, pues necesita pasar por dos debates en Senado y dos en Cámara.
