La Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia ha desarrollado un nuevo indicador de percepción económica (IPE), el cual busca ofrecer una lectura de las expectativas económicas para Colombia de cara a 2025. El indicador se basa en el análisis de múltiples informes tanto nacionales como internacionales, y considera factores como el contexto global, la situación de las finanzas públicas, el estado del mercado interno y las incertidumbres regulatorias que enfrenta el país.
¿Cómo Funciona el Indicador de Percepción Económica (IPE)?
El IPE de Bancolombia está compuesto por dos subindicadores: el de polaridad y el de volatilidad. El subindicador de polaridad utiliza herramientas de análisis de sentimiento para evaluar el tono de los reportes económicos —si es positivo o negativo— sobre la situación y perspectiva macroeconómica de Colombia. Por otro lado, el subindicador de volatilidad mide la dispersión de los pronósticos económicos, lo que refleja la incertidumbre en torno a las principales variables macroeconómicas como inflación, crecimiento y tasas de interés.
Desde el segundo semestre de 2021, el IPE ha registrado una percepción negativa y persistente sobre la economía colombiana, resultado de múltiples factores tanto internos como externos. En medio de un entorno global volátil e impredecible, los analistas han mostrado una tendencia cada vez más cautelosa.
Factores Globales e Impacto en Colombia
La economía global enfrenta desafíos que han incrementado la incertidumbre macroeconómica. Bancolombia destaca el papel de eventos como la guerra en Ucrania, la crisis en las cadenas de suministro y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, los cuales han exacerbado las dificultades económicas y financieras a nivel global. Estos factores han mantenido elevado el índice de incertidumbre mundial calculado por el FMI, afectando el clima de inversión y la estabilidad financiera.
Para Colombia, esto ha significado un aumento en la presión inflacionaria y en los costos de importación, lo cual ha dificultado la estabilización económica local. Los precios del petróleo, un factor crucial para el país, han mostrado una alta volatilidad, lo que afecta tanto el ingreso público como la balanza comercial en un contexto de finanzas públicas complejas.
Contexto Local: Reformas, Inflación y Mercados Mixtos
El análisis de Bancolombia también subraya la importancia de factores internos, incluyendo las incertidumbres en torno a las reformas propuestas en los últimos años, particularmente en los ámbitos laboral y tributario. La persistente inflación y los altos costos de financiamiento han generado una carga significativa para los hogares y las empresas, mientras que las expectativas de crecimiento económico se han visto debilitadas por el entorno regulatorio y fiscal.
Según el informe, en 2024 el IPE se deterioró aún más, registrando una caída de -1,4 a -1,5 entre el primer y tercer trimestre. Esto refleja una percepción cada vez más negativa de los analistas sobre el panorama económico, alimentada por la falta de claridad en las políticas de gobierno y la incertidumbre que genera el ciclo económico actual.
Perspectivas para 2025: ¿Un Cambio en el Horizonte?
A pesar de estos desafíos, Bancolombia prevé una posible mejora en la percepción económica para 2025, impulsada por el proceso de desinflación y los recortes en las tasas de interés. La entidad estima que estos factores podrían fomentar una reactivación del consumo y la inversión, lo que llevaría a un crecimiento económico más sólido en el próximo año. Sin embargo, advierte que el panorama fiscal y regulatorio continúa siendo un área de riesgo, especialmente si las reformas pendientes generan impactos adversos sobre la inversión y el empleo.
La recuperación económica en Colombia dependerá de un delicado equilibrio entre aprovechar las oportunidades de crecimiento y manejar adecuadamente los riesgos fiscales y regulatorios. En un entorno donde los mercados internacionales permanecen frágiles y las reformas estructurales aún generan incertidumbre, Bancolombia invita a seguir de cerca la evolución del IPE y los factores que podrían redefinir el rumbo económico del país en los próximos trimestres.
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