Por Cristina Isaza
Algunas observaciones y reflexiones después de mirarlo. Lo primero: Definitivamente no es una reforma estructural que resuelva los problemas de fondo y menos en el sentido que se necesita.
Comenzaré por el nombre: “Proyecto de Inversión Social”. Este nombre no dista de cómo sería llamado y los planteamientos de un gobierno de centro izquierda o izquierda, donde se cree que el Estado debe ser el encargado de brindar todo a su población. ¿Por qué un gobierno de centro derecha no se enfoca en un “Proyecto de Desarrollo de Mercados, Inversión y Aumento de Productividad”?.
Colombia es el país con la tasa de renta a empresas más alta de los países de la OCDE, íbamos en la dirección correcta de rebajarlo, pero ya vamos a subirlo nuevamente a un 35%, distando mucho de Irlanda (12.5%) y su milagro económico, que nos contaba Camilo Guzmán de Libertank en su pasada columna, y ni que decir de Suiza y su 8.5%.
Esta tasa del 35% no hace al país atractivo para nuevas inversiones, también dificulta mucho que las personas decidan emprender nuevos negocios y hace que el dinero esté en manos del gobierno (corrupción, además el gobierno no es el mejor siendo un administrador exitoso de Empresas ), en vez de estar en manos de los empresarios, a quienes mejor, se les debería estimular para que reinviertan el dinero en el País y creen nuevas empresas.
También cabe anotar que para algunas empresas y empresarios muy establecidos en el país, este 35% puede ser incluso una ventaja porque se convierte también en una barrera de entrada para que se desarrollen y lleguen nuevos competidores al país, castigando así al consumidor final (pagando productos más costosos), la generación de empleo, el aumento de la productividad del país y por ende poder crecer el PIB per-cápita y erradicar la pobreza extrema de raíz. Creo que esta altísima tasa puede ser muy castigadora de Pymes, de la formalización empresarial… y no olvidemos que ellos también luchan con la competencia de negocios que se dedican al lavado.
En austeridad y gasto público, los recortes son mínimos, el Estado sigue grande y creciendo, cuando deberíamos apuntar a un Estado mucho más pequeño. No es contundentes el ahorro del Estado, son pañitos de agua tibia. Hay por ejemplo muchas Consejerías Presidenciales, Agencias de El Estado, hacer una reducción del congreso y de salarios (o al menos congelar), etc..
La matrícula cero: ¿cuáles carreras?, ¿Por cuánto tiempo?. Veo con preocupación por ejemplo, estudiantes de antropología que llevan 10 años en la universidad.
Por último veo que el Gobierno “saca pecho” de que la mitad de la población tenga algún tipo de beneficio… sea por matrícula cero o por subsidios eternizados. Se deben resaltar valores como la responsabilidad individual, el esfuerzo y el trabajo.
Les dejo el siguiente interrogante: a un estudiante le subsidiamos entre todos que estudie la carrera que desee y con la que se debe lucrar al terminar, porque al fin y al cabo, todos esperamos lucramos de nuestras carreras. Este estudiante estudia sociología, la cual no es demandada por el mercado laboral colombiano, además no hace su carrera en el tiempo estimado. Sale al mercado laboral, se indigna porque le ofrecen un puesto en un Call Center y se va con los grupos colectivistas a exigir en marchas que el gobierno le garantice ahora su “derecho al trabajo” mediante la creación de nuevas secretarías, cómo de la mujer, por ejemplo.
¿Qué problema de fondo del país solucionamos con este círculo vicioso ?
