La Campaña Emblema de Prensa (PEC) denunció que 153 periodistas han sido asesinados en lo que va del año, la cifra más alta registrada en los primeros diez meses de cualquier año.
Dos tercios de las muertes ocurrieron en zonas de guerra, y México lidera entre los países sin conflicto armado.
En lo que va de 2025, 153 periodistas y trabajadores de medios han sido asesinados en el mundo, según el último informe de la Campaña Emblema de Prensa (PEC). Esta cifra representa un récord histórico en los primeros diez meses del año, superando ampliamente los registros anteriores. La organización internacional atribuye dos tercios de las muertes a conflictos armados, especialmente en la Franja de Gaza, Ucrania y Yemen. México, sin estar en guerra, se posiciona como el país más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina, con 10 asesinatos confirmados.
La Franja de Gaza encabeza la lista con 57 periodistas asesinados, en medio del conflicto armado que se intensificó en 2025. Le siguen Ucrania y Yemen, con 11 muertes cada uno, reflejo de los riesgos extremos que enfrentan los comunicadores en zonas de guerra.
En América Latina, México se destaca como el país más letal para la prensa sin estar en conflicto armado. Los periodistas asesinados en México cubrían temas sensibles como crimen organizado, corrupción y seguridad, y muchos habían reportado amenazas previas. La impunidad sigue siendo una constante: más del 90% de los casos no han sido resueltos.
Otros países con asesinatos de periodistas en 2025 incluyen:
- India (6)
- Pakistán (5)
- Bangladesh (4)
- Ecuador (4)
- Irán (4)
- Colombia (2)
- Estados Unidos (2)
- Perú (2)
- Brasil, Guatemala, Haití, Nepal, Arabia Saudí, Somalia, Turquía y Zimbabue (1 cada uno).
Con motivo del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, celebrado el 2 de noviembre, la PEC instó a los Estados miembros de la ONU a establecer una comisión internacional independiente que investigue las violaciones graves de derechos humanos contra periodistas.
“Cuando un periodista es asesinado y el crimen queda impune, se transmite el mensaje de que matar periodistas es aceptable. Es una señal escalofriante de que los poderosos pueden silenciar voces”, denunció Blaiser Lempen, presidente de la PEC.
La violencia contra periodistas no solo ocurre en zonas de guerra. En países como México, Colombia y Ecuador, los comunicadores enfrentan amenazas constantes por investigar redes de corrupción, narcotráfico y violaciones de derechos humanos. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Artículo 19 han alertado sobre la falta de protección efectiva y la ausencia de voluntad política para frenar los ataques.





