Más de 200 reclusos escaparon de una prisión en la ciudad de Karachi, al sur de Pakistán, durante la noche del lunes, en medio de una serie de terremotos que sacudieron la región. La fuga ocurrió en la cárcel del Distrito de Malir, la segunda más grande de la provincia de Sindh, que actualmente se encuentra por encima de su capacidad.
Según informó Zia-ul-Hasan Lanjar, ministro de Justicia provincial, la emergencia sísmica obligó a las autoridades penitenciarias a permitir que cientos de presos salieran de sus celdas y se reunieran en el patio de la prisión. Fue entonces cuando, poco antes de la medianoche y hasta la madrugada del martes, se desencadenó la fuga.
En medio de la confusión, algunos presos arrebataron armas al personal penitenciario y forzaron la puerta principal tras un intercambio de disparos. Las fuerzas de seguridad respondieron con tiros de advertencia al aire. Aunque varios detenidos regresaron a sus celdas, otros irrumpieron en la salida principal, y aproximadamente 216 reclusos lograron huir.
La policía lanzó una operación de búsqueda inmediata, recorriendo casa por casa y visitando las residencias anteriores de los prófugos. Hasta el momento, han sido recapturados 80 de los evadidos, mientras que más de 130 siguen prófugos.
El jefe de la policía provincial, Ghulam Nabi Memon, confirmó que un preso falleció durante el operativo y al menos tres guardias resultaron heridos.
Por su parte, el ministro de Prisiones de Sindh, Ali Hassan Zardari, ordenó la apertura de una investigación formal sobre los hechos y advirtió que cualquier funcionario penitenciario que incurra en faltas será objeto de medidas disciplinarias.
Las autoridades continúan con las labores de búsqueda y han reforzado la seguridad en los alrededores de la prisión.
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