El agresor, identificado como Juan Carlos Blanco Salazar, ingresó herido y en presunto estado de embriaguez.
Cuatro vigilantes resultaron lesionados, uno de ellos permanece en cirugía por una herida en el tórax.
Un violento episodio se registró en la madrugada de este domingo, 16 de noviembre, en el Hospital Universitario de Santander (HUS), cuando un paciente atacó con arma blanca a cuatro guardas de seguridad. El hombre, que había ingresado para atención médica tras un accidente, se alteró y agredió al personal que intentaba impedir su salida. Uno de los vigilantes sufrió una lesión grave en la zona precordial y permanece bajo manejo especializado.
El hecho ocurrió hacia las 5:50 a.m., cuando el paciente, identificado como Juan Carlos Blanco Salazar, de 34 años, llegó al área de urgencias con heridas por arma cortopunzante y signos de embriaguez. Según testigos, tras exigir atención inmediata y amenazar al personal médico, intentó abandonar el hospital sin autorización. Ante la intervención de los guardas, el hombre reaccionó con violencia, tomó un cuchillo y atacó al coordinador de seguridad y a tres vigilantes más.
Al parecer, según relatos de testigos, el paciente intentó salir sin alta médica y, al ser perseguido por los encargados de la seguridad, los atacó con un arma blanca.
Uno de ellos recibió una lesión en la zona precordial y fue remitido de inmediato a quirófano, donde permanece bajo valoración médica debido a su delicado estado de salud. Los otros dos trabajadores resultaron con heridas en el brazo, tórax y rostro.
El coordinador de seguridad recibió una puñalada en el tórax y fue trasladado de urgencia a quirófano, donde permanece en estado delicado. Los otros tres guardas sufrieron heridas en el rostro, brazo y abdomen, y se encuentran bajo observación médica. La Policía Metropolitana de Bucaramanga intervino rápidamente, redujo al agresor y lo dejó bajo custodia judicial mientras se adelantan las investigaciones.
“El supervisor es el que está más delicado, recibió una herida en la zona precordial y tuvieron que transfundirlo. Los otros dos resultaron heridos, uno en el brazo y otro en la cara”, contó un testigo», señaló uno de los testigos.
El Hospital Universitario de Santander rechazó el ataque y anunció medidas para reforzar la seguridad en sus instalaciones. “La atención en salud debe realizarse en condiciones de respeto y seguridad”, señaló la institución en un comunicado. Este hecho reabre el debate sobre la protección del personal hospitalario frente a episodios de intolerancia y violencia, que se han incrementado en los últimos meses.
