Este martes 25 de marzo, Nueva Zelanda fue sacudida por un terremoto de magnitud 6.7 sobre la escala de Richter. El evento natural ocurrió en las aguas del sur de este país, a 164 km al suroeste de Riverton, según confirmó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Asimismo, las autoridades aseveraron que si bien el terremoto no arrojó daños materiales ni víctimas fatales, sí alertaron por fuertes corrientes y oleaje impredecible en la región.
En respuesta al evento, la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias, (NEMA), emitió una advertencia dirigida a la población de la costa entre Milford Sound y Puysegur Point, una zona poco habitada dentro del Parque Nacional Fiordland, en el oeste de la Isla Sur.
«Las fuertes corrientes y marejadas pueden causar lesiones y ahogamiento. Existe peligro para bañistas, surfistas, pescadores y cualquier persona que se encuentre en el agua o cerca de la orilla», indicó la agencia. Así mismo, recomendó a residentes y personas a bordo de embarcaciones abandonar la zona costera y no regresar a los puertos o a las embarcaciones hasta que lo autoricen las autoridades.
Finalmente, Defensa Civil exhortó a aquellas personas que hayan sentido el sismo durante más de un minuto o de manera muy intensa a evacuar hacia zonas elevadas o fuera de los perímetros de evacuación.
Cabe recordar que, Nueva Zelanda, un país con una población de 5 millones de habitantes, registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.
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