Una propuesta incluida en un proyecto de ley fiscal aprobado recientemente por la Cámara de Representantes de Estados Unidos contempla un impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde ese país por personas que no sean ciudadanos estadounidenses ni nacionales. Así lo reportó el Financial Times.
Estados Unidos es el principal emisor de remesas a nivel mundial. Según datos del Banco Mundial, en 2023 se enviaron más de $656 mil millones de dólares desde ese país hacia el exterior. De aplicarse, el impuesto podría tener implicaciones significativas para millones de familias en América Latina y otras regiones que dependen de estos recursos como fuente principal de ingresos.
Especialistas señalaron que existen múltiples formas en las que los migrantes podrían intentar evadir este nuevo cargo. Entre ellas, pedir a un ciudadano estadounidense que envíe el dinero en su nombre, recurrir a criptomonedas o utilizar canales informales, incluidos los llamados “mulas” que transportan efectivo físicamente a otros países.
Ricardo Barrientos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, afirmó que, aunque podría haber efectos, no está claro si se reflejarán de forma notable en las cifras generales, “Mientras un migrante permanezca en EE. UU., encontrará la manera de enviar dinero, porque es su sustento”.
Ante esta situación, el presidente Gustavo Petro se pronunció a través de su cuenta en X, donde expresó su preocupación por la medida y llamó al Congreso de Colombia a evaluar una posible respuesta.
“Entre países soberanos en donde impera el principio diplomático de la reciprocidad, las comisiones económicas del Congreso de Colombia también deberían poner una medida similar de la misma magnitud”, escribió el mandatario, en referencia a la posibilidad de adoptar medidas recíprocas en caso de que el Senado estadounidense apruebe el nuevo impuesto.
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