La reciente reincorporación de Armando Benedetti al círculo más cercano del presidente Gustavo Petro ha desatado una tormenta política dentro del gabinete.
Miembros clave del ala izquierda del gobierno expresaron abiertamente su descontento con esta decisión, calificándola como un paso en falso que podría socavar los principios del proyecto progresista que lidera el mandatario.
La controversia alcanzó tal magnitud que el consejo de ministros, programado inicialmente para la noche del lunes 25 de noviembre, tuvo que ser pospuesto.
Según fuentes gubernamentales, Benedetti será responsable de tareas de enlace con el Congreso, trabajando directamente bajo la Dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), liderada por Laura Sarabia, aunque también reportará al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.
El ala izquierda se planta
La decisión del presidente Petro de reintegrar a Benedetti generó un rechazo inmediato dentro del gabinete, especialmente entre los ministros más alineados con la izquierda. Figuras como Gustavo Bolívar (DPS), Alexander López (DNP), Gloria Inés Ramírez (Trabajo), Daniel Rojas (Educación) y Francia Márquez (Igualdad) habrían liderado lo que algunos califican como una «rebelión».
Según fuentes cercanas, estos funcionarios se negaron a participar en el Consejo de Ministros originalmente convocado para el lunes, solicitando una reunión privada con el Presidente para expresar su inconformidad. Durante el encuentro, cuestionaron la decisión y pidieron claridad sobre el papel que desempeñará Benedetti en el gobierno.
Petro intentó apaciguar los ánimos asegurando que Benedetti no tendría injerencia directa en sus carteras y que su rol se limitaría al asesoramiento legislativo. Aunque estas explicaciones lograron calmar en parte el malestar, persisten dudas sobre las implicaciones políticas de su regreso.
El director del DPS, Gustavo Bolívar, al ser consultado por dicha «rebelión» mencionó: «Sí hubo una reunión, pero están distorsionando los objetivos. No era una rebelión, sino simplemente unas consultas que le queríamos hacer al presidente. Y ya lo que hablamos ahí sí es del ámbito privado de nosotros, de la reunión. Pero hay conformismo. Estábamos preguntándole en calidad de qué viene nada más y ya nos dio una respuesta que va a ser como un enlace con el Congreso».
“Son las decisiones del Presidente, no estamos para hacerle juicios, simplemente como miembros del gabinete queríamos tener una conversación con él frente a distintos temas que nos preocupan desde nuestras diferentes carteras”, dijo el ministro de Educación Daniel Rojas, por el revuelo que desató el regreso de Armando Benedetti como asesor del presidente Gustavo Petro.
Reacciones desde el Congreso y la sociedad civil
Varios congresistas del Pacto Histórico respaldaron a los ministros inconformes, entre ellos María José Pizarro e Iván Cepeda. Pizarro expresó su preocupación por el impacto que esta decisión podría tener en la credibilidad del proyecto político progresista, mientras que Cepeda cuestionó la compatibilidad de Benedetti con los principios de la coalición.
«Hoy nuestra mayor responsabilidad es cuidar el proyecto político progresista», indicó la Congresista, que hizo énfasis en que son un proyecto político en el que han puesto empeño y en el que hay una «historia, principios u legitimidad». «Me sumo al llamado de nuestras ministras y ministros que ayer plantearon una reflexión crítica sobre el fortalecimiento de personas cuyas posturas y acciones han sido incompatibles con nuestros principios», dijo Pizarro, que al final recordó que Benedetti ha tenido señalamientos de violencia: «Como mujer no justificaré a quienes nos violentan». El regreso de Benedetti Este sábado se confirmó que Armando Benedetti dejaba de ser Embajador ante la FAO para regresar a Colombia y asumir un cargo cercano al presidente Gustavo Petro.
En redes sociales, la actriz Margarita Rosa de Francisco, reconocida defensora del gobierno Petro, calificó la noticia como «devastadora».
Su publicación fue replicada y criticada por sectores de la oposición, incluyendo a la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, quien ironizó sobre el desencanto de la actriz.
Otro trino de la senadora muestra su descontento con la llegada del nuevo asesor.
Por su parte, el excandidato presidencial Sergio Fajardo denunció lo que consideró una muestra de la cultura del «todo vale» en la política colombiana. A través de su cuenta de X, señaló que decisiones como esta perpetúan la desconfianza ciudadana hacia los políticos y atentan contra la ética en el ejercicio del poder.
Sin embargo, hubo voces de respaldo del Pacto Histórico como la del senador Iván Cepeda, quien también apoyó a los ministros que alzaron la voz para pedir explicaciones al mandatario.
El representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Alejandro Ocampo, mencionó a través de su cuenta de X que espera que Benedetti no defraude la confianza del Presidente.
Recientemente, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, se pronunció sobre la llegada de Armando Benedetti como asesor político del mandatario de los colombianos: “Yo acato todo lo que el señor Presidente determine, o usted cumple con lo que el Presidente le exige a usted, o usted se retira”, dijo el jefe de la Cartera.
La incógnita de Benedetti
Mientras tanto, Benedetti se instala en la Casa de Nariño con la promesa de contribuir al fortalecimiento de las relaciones con el Legislativo. Sin embargo, su polémico historial y las divisiones que ha provocado su regreso plantean dudas sobre su capacidad para desempeñar este rol sin generar nuevos conflictos.
El tiempo dirá si esta apuesta arriesgada de Gustavo Petro logra consolidar su agenda política o si, por el contrario, profundiza las tensiones internas en su administración. Lo que es claro es que la figura de Armando Benedetti sigue siendo un factor de discordia en un gobierno que, a un año de su inicio, enfrenta desafíos cada vez más complejos.