La ciudad más grande de Nueva Zelanda permanecerá cerrada durante al menos dos semanas más, aunque algunas restricciones se aliviarán a partir del martes.
Auckland ha estado en la forma más estricta de bloqueo durante poco más de un mes, el período más largo desde que comenzó la pandemia.
Nueva Zelanda ha adoptado un enfoque inusual de tolerancia cero al coronavirus y ha estado tratando de eliminar por completo un brote de la variante delta. Pero el brote ha resultado obstinado, y la ciudad continúa informando alrededor de 20 nuevos casos locales cada día.
Y el brote se ha extendido más allá de Auckland después de que un prisionero infectado fuera trasladado a su casa en un pequeño pueblo rural.
La primera ministra, Jacinda Ardern, dijo que confía en que el bloqueo está funcionando y que no hay una transmisión no detectada generalizada.
A partir del martes, los habitantes de Auckland podrán comprar comida para llevar en restaurantes y algunos lugares de trabajo pueden reabrir. Pero a la mayoría de las personas se les exigirá que vivan y trabajen desde casa, y las escuelas permanecerán cerradas.
