En redes sociales circula una aparente estrategia de desinformación, que al parecer, estaría vinculada al «petrismo», y que buscaría afectar la imagen del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. La campaña gira en torno a la difusión de un caso judicial cerrado hace más de dos décadas contra su padre, Miguel Uribe Londoño, quien fue absuelto en firme por la justicia en 2003.
La maniobra parte de la presunta «manipulación petrista» de un titular publicado por el medio Diario La Libertad, que revivió un proceso judicial del año 2000 bajo el encabezado: “Capturan a Miguel Uribe Londoño en investigación por desfalco en el Banco del Estado”. Aunque el medio publicó posteriormente una aclaración, esta fue considerada insuficiente y permitió que el contenido descontextualizado siguiera circulando, especialmente por parte de «bodegas digitales» que recortaron y viralizaron el titular como si se tratara de un hecho reciente.
Según pudo conocer IFMNOTICIAS, el caso al que aluden fue cerrado por el Juzgado Penal del Circuito No. 49 de Bogotá el 1 de octubre de 2003. En esa sentencia, Miguel Uribe Londoño fue absuelto de manera definitiva al demostrarse que no existió delito y que su inclusión en el proceso fue injustificada. La información obtenida por este medio, confirmó que la Fiscalía General de la Nación no apeló el fallo, lo que dejó en firme la decisión judicial de absolución.
Los datos recopilados por la Unidad investigativa de IFMNOTICIAS, indicaron que, Uribe Londoño nunca tuvo vínculos contractuales con el Estado ni desempeñó funciones públicas. Su única relación con el Banco del Estado fue como cliente durante más de trece años. Pese a ello, fue señalado en su momento como “determinador de peculado”, una figura jurídica que no aplicaba al caso y que no tuvo sustento probatorio. Durante el proceso, permaneció privado de la libertad de forma preventiva por varios meses, tal como lo permitía el sistema penal colombiano de la época.
Con base a lo anterior, al parecer, la reciente ofensiva digital busca asociar nuevamente su nombre con hechos de corrupción, justo cuando su hijo, Miguel Uribe Turbay, consolida su aspiración presidencial dentro del partido Centro Democrático. Sectores cercanos al precandidato señalan que se trata de una «campaña sucia que instrumentaliza una historia judicial superada para afectar políticamente a su familia». Además, reiteran que esta estrategia es un «intento de manchar reputaciones mediante desinformación», aprovechando las redes sociales para generar confusión en la opinión pública.
Adicionalmente, analistas han determinado que esta situación reabre el debate sobre el uso de montajes judiciales, titulares engañosos y estrategias de revictimización como herramientas políticas en el escenario electoral colombiano. También pone de presente el impacto de las bodegas digitales en la construcción de narrativas orientadas a destruir candidaturas en ascenso.
Desde distintos sectores han pedido que se respete el debido proceso y la verdad judicial, y que no se recurra a estrategias de manipulación mediática para debilitar proyectos políticos con respaldo ciudadano.