La celebración del Día de las Velitas, una de las tradiciones más extendidas en Colombia y que marca el inicio de la temporada navideña, suele reunir a familias en espacios privados y comunitarios. Sin embargo, en los conjuntos residenciales esta actividad está sujeta a normas específicas que regulan el uso de velas y faroles en zonas comunes. El desconocimiento o incumplimiento de estos reglamentos puede derivar en sanciones económicas que superan los 400.000 pesos.
De acuerdo con la Ley 675 de 2001, que regula la propiedad horizontal en el país, cualquier modificación o intervención en fachadas, jardines o áreas compartidas requiere autorización previa por parte de la administración o del órgano competente dentro del conjunto.
Aunque la normativa no menciona de manera explícita la celebración del 7 de diciembre, sí establece parámetros generales sobre el uso y preservación de los espacios comunes, lo que incluye restricciones frente a elementos inflamables o decoraciones no autorizadas.
En muchos conjuntos, los residentes acostumbran instalar faroles de distintos tamaños y materiales en zonas compartidas. Esta práctica, aunque tradicional, puede generar inconvenientes para la administración, que debe velar por la seguridad y el cumplimiento de las reglas internas.
Los reglamentos pueden incluir prohibiciones sobre la instalación de objetos que representen riesgo de incendio o que alteren la apariencia de la fachada y las zonas comunes. En esos casos, la administración está facultada para iniciar procesos sancionatorios.
El artículo 59 de la Ley 675 determina que los residentes que incumplan las normas de la copropiedad pueden recibir multas que van desde los $300.000 hasta los $416.000 pesos, dependiendo de lo que establezca el reglamento interno y la gravedad de la infracción. Estas sanciones se aplican luego de un proceso que incluye notificación y la posibilidad de descargos por parte del residente implicado.
Aunque las restricciones existen, la celebración no está prohibida dentro de los conjuntos. Las administraciones suelen recomendar a los residentes encender las velas o faroles dentro de sus viviendas, ya sea en balcones o terrazas privadas, siempre que estas actividades no representen riesgos para la estructura o para otros habitantes. Las zonas privadas, al no hacer parte de las áreas comunes, permiten a los residentes mantener la tradición sin contravenir los reglamentos del conjunto.
La recomendación general para quienes viven en propiedad horizontal es revisar las normas internas antes de participar en la celebración. Cada conjunto puede tener disposiciones particulares sobre el uso de elementos inflamables, decoración navideña y actividades en espacios comunes.
Conocer estas reglas permitirá evitar sanciones y garantiza que la conmemoración del Día de las Velitas se realice sin generar conflictos y dentro de los parámetros establecidos por la ley.
