Por Cristina Izasa
El pasado 9 de junio la historiadora, periodista y diputada del congreso español por el PP (Partido Popular), Cayetana Álvarez de Toledo, fue la protagonista de la conferencia “Democracia o Populismo” organizada por el Partido Conservador Colombiano y con auspicio, entre otros, de Visión Colombia 2022, proyecto que reúne a varios centros de pensamiento y acción política en el país y que busca enfrentar de la manera más exitosa posible al populismo, particularmente al socialismo del S XXI. Para esto, visualizan un proyecto de Nación a 200 años.
A continuación la primera parte de los mejores mensajes que nos deja Cayetana a los Colombianos.
“La política es hoy más necesaria que nunca. HACE FALTA UNA MOVILIZACIÓN MUY AMPLIA DE PERSONAS DE TODAS LAS SENSIBILIDADES”
“¡El corazón sujeto y en su sitio! Todos tenemos sentimientos, pasiones, emociones, rabia, indignación; pero el corazón, sujeto en su sitio, nos permite que sean la razón, la argumentación, los datos y hechos los que actúen en favor del desarrollo y se impongan para la construcción y protección de una comunidad democrática”
“¿Qué hace la ley? La ley protege a los más frágiles, a los débiles de los poderosos, es decir, asegura que nadie pueda saltarse las reglas comunes que son las que permiten la convivencia en paz y en LIBERTAD”
Lo primero es que quiero decirle a los colombianos es que no están solos. Somos millones los demócratas del mundo que seguimos con gran preocupación lo que está pasando en Colombia y que estamos dispuestos a ayudar activamente en la tarea de defender su democracia y eso lo vamos a hacer y lo queremos hacer por muchos motivos:
- Porque creo que no hay fronteras morales: Lo que le pase a un colombiano es como si me pasara a mí, no sólo por nuestro pasado de pertenecer a una antigua familia iberoamericana, sino como demócratas. Colombia es un ejemplo de compromiso con la libertad, con la democracia y con los derechos humanos. Lo fue cuando se reveló en contra del intento del narcotráfico de convertir a Colombia en un Estado fallido. Los colombianos se abrazaron al estado de derecho y defendieron su derecho a vivir con seguridad y con libertad, quisieron seguir siendo una democracia, dieron la espalda a las FARC y también a la impunidad y dieron en ese sentido una lección a todos los demócratas del mundo, pero también con lo que ha hecho Colombia respecto a Venezuela, han sido solidarios con sus vecinos en su anhelo de vivir en libertad.
- La responsabilidad se ejerce hablando con claridad, llamando las cosas por su nombre, no con eufemismos, autocensura ni tapujo: En Colombia se juega hoy el futuro de la democracia liberal en América. Colombia es la “Joya de la Corona”, es la pieza clave del populismo internacional para sustituir el orden liberal por un modelo de caos iliberal. Un modelo que es incompatible con lo que ha hecho progresar al mundo a lo largo de los últimos siglos: la libertad del individuo, la igualdad de los ciudadanos ante la ley, la separación de poderes, el Estado de derecho, la seguridad jurídica, el pluralismo político, unas clases medias fuertes, una sociedad abierta y un mercadolibre. Es crucial lo que pase en Colombia por su importancia en el mapa geoestratégico y porque es la ficha que le falta al grupo de puebla para cantar su BINGO populista. Y porque es una pieza importante en una partida a largo plazo donde juegan actores de máximo peso internacional. Estamos en un juego de ajedrez y hay que defender las piezas democráticas de nuestro tablero. En esa gran partida de ajedrez juegan los rusos, los chinos, los occidentales, los demócratas.
- Ninguno de los errores del actual gobierno justifica lo que está ocurriendo hoy: Se están aprovechando de las legítimas preocupaciones y reivindicaciones de la gente para tumbar no sólo al gobierno, sino al propio orden liberal, es decir a la democracia. Estos sectores buscan el fracaso de la democracia. Pablo Iglesias (chavista español, líder político del partido PODEMOS de España), antes de llegar al poder, reconocía que sus ideas requerían de una grave crisis social para poder ganar y eso es lo que hacen estos movimientos, generar las circunstancias que hacen posible su victoria, es decir, crisis sociales. Pero también es importante decir que Colombia está a tiempo. No soy pesismista, de hecho el pesimismo es el mejor aliado del populismo, pues es la antesala de la búsqueda de un mesías, de alguien que va a solucionar todo de manera mágica.
- La libertad necesita ser cuidada defendida ACTIVAMENTE: Tenemos que tener una actitud de demócratas militantes, lo que requiere: convicción, coraje, capacidad de desafío y claridad en las ideas y en el manejo de las palabras. Uno de los problemas contemporáneos es que las palabras han dejado de significar lo que verdaderamente significan, deja de haber un hecho detrás de la palabra. El populismo es un maestro en la tergiversación lingüística y eso forma parte de la crisis de la verdad que estamos viviendo y por eso los populistas son muy hábiles en el manoseo de los conceptos: por ejemplo, dicen paz, cuando quieren decir impunidad; dicen diálogo, cuando en realidad es claudicación; se llaman progresistas, cuando lo que promueven es una gran involución hacia la irracionalidad hacia el tribalismo identitario las ideas ya fracasadas.
Cuando me llaman moderada me preocupo porque pienso que algo estoy haciendo mal, pues es la palabra que usa la izquierda cuando uno se comporta como ellos quieren, y al revés, a cualquier persona que se enfrenta a la izquierda la llaman “facha”. A nadie sensato en España no le han llamado alguna vez “facho”. Por tanto no hay que preocuparse mucho por como nos llamen, y al contrario hay que llamar a los enemigos de la democracia por su nombre sin eufemismos, porque lo que no se nombra no existe. No basta con decir “algunos políticos quieren desestabilizar Colombia para ganar las elecciones en 2022 o hay políticos que cabalgan a lomos de la polarización y del rencor” Hay que llamarlos por su nombre propio. Creo que nadie que jale a los bloqueos, que busca beneficiarse de un clima de desestabilización, incluso de violencia, que pone en jaque el tejido productivo de su país que es el que crea empleos y sufraga las escuelas, la sanidad y los servicios sociales, después además de una brutal pandemia puede hablar en nombre del pueblo y nadie que promueva activamente la división social, la desestabilización, el empobrecimiento de su país puede llamarse un patriota. Esto es una falta de escrúpulos para llegar como sea al poder.