En medio de la discusión nacional sobre el ajuste del salario mínimo para 2026, el presidente de Andesco, Camilo Sánchez, reiteró que cualquier decisión debe respaldarse en análisis técnicos y no en incrementos ya anticipados por el Gobierno.
El dirigente recordó que cinco gremios participan formalmente en la mesa de concertación, pero señaló que, de manera paralela, representantes de diferentes sectores, exministros y expertos firmaron un documento dirigido al Ejecutivo para solicitar que las discusiones se desarrollen con soportes verificables.
Sánchez expresó que el debate enfrenta limitaciones al iniciar con un aumento previamente fijado en el Presupuesto General de la Nación. Sostuvo que el documento fiscal ya plantea un incremento del 11%, lo que, según indicó, condiciona la negociación y deja la sensación de que “las cartas están marcadas”.
Agregó que, bajo ese escenario, la capacidad de concertación se reduce y se excluye el análisis de estudios económicos elaborados por entidades como Fedesarrollo y el Banco de la República, los cuales han examinado los efectos de aumentos elevados sobre el empleo.
El dirigente insistió en que la discusión no debería centrarse en quién propone un mayor incremento, sino en cómo evitar una mayor pérdida de empleos formales. Recordó que la informalidad laboral en Colombia se mantiene en el 56%, cifra que, según advirtió, podría ampliarse si se adoptan decisiones sin sustento técnico.
En el caso del sector agropecuario, señaló que la informalidad supera el 80%, lo que coloca en situación vulnerable a quienes no cuentan con prestaciones, vacaciones o mecanismos de protección laboral.
Durante su intervención, Sánchez afirmó que todos los sectores quisieran un aumento significativo, pero insistió en que incrementos por encima de la inflación más uno o dos puntos de productividad pueden generar efectos adversos. Según su planteamiento, ajustes elevados impactarían especialmente a actividades intensivas en mano de obra, como vigilancia, turismo y labores rurales.
Advirtió que, bajo esas condiciones, podría aumentar la pérdida de empleos formales mientras sectores como el tecnológico y agropecuario requieren estabilidad para sostener la producción.
El presidente de Andesco también se refirió a los empleos creados mediante contratos de prestación de servicios dentro de la administración pública. Afirmó que estas vinculaciones no generan producción directa en la economía y que el país necesita fortalecer ocupaciones asociadas a valor agregado y crecimiento económico.
Reiteró que la discusión salarial debe considerar criterios vinculados al poder adquisitivo y a la productividad, dado que incrementos desbordados podrían ser absorbidos rápidamente por la inflación y afectar tanto la generación de empleo como la estabilidad de los trabajadores formales.
Sánchez concluyó que la carta firmada por exministros y técnicos busca evitar decisiones que desconozcan los análisis disponibles. Añadió que apoyar una mesa técnica no genera reconocimiento inmediato, pero insistió en que adoptar incrementos sin fundamento económico puede tener efectos adversos para el mercado laboral en los próximos meses.










