Este fin de semana la representante Katherine Miranda quedó en medio del ojo del huracán por un controversial chat entre ella y Armando Benedetti, el nuevo Ministro del Interior.
La reciente designación de Armando Benedetti como Ministro del Interior ha generado una ola de críticas y debates dentro del escenario político nacional, por lo que la cercanía del Miranda con Benedetti también fue cuestionada e incluso tildada de hipócrita.
Dichos cuestionamientos tienen que ver con el chat dado a conocer por El Espectador sobre un intercambio de mensajes entre Katherine Miranda y Armando Benedetti que generó sorpresa en la opinión pública.
En el chat, Benedetti se dirige a la Congresista con un tono de confianza y le expresa que es una lástima no poder saludarla como antes, a lo que Miranda responde en tono jocoso, advirtiéndole que evite saludarla en público debido a la presencia de los medios de comunicación.
Cabe recordar que en días pasados a través de una carta en conjunto con otras congresistas, calificaban el nombramiento, anunciado por el presidente Gustavo Petro, como «deplorable, irrespetuoso e incoherente».
En la lista de firmantes figuraba Miranda, quien ahora se encuentra en el ojo del huracán tras la filtración de esta conversación privada con Benedetti.
La conversación se percibe distendida, con risas incluidas, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la postura de Miranda frente a Benedetti.
Mientras en el ámbito público su rechazo ha sido tajante, en privado el trato parece ser distinto. La revelación del chat generó todo tipo de reacciones, desde quienes la señalan de actuar con doble moral hasta quienes consideran que un trato cordial no implica contradicción en su postura política.
¿Doble discurso? Las críticas a Miranda
Las imágenes del chat fueron suficientes para que sectores políticos y ciudadanos pusieran en duda la firmeza de Miranda en su oposición a Benedetti.
Mientras la representante se unió a la carta que condenaba su nombramiento, en privado el tono parece más amigable. Esta aparente contradicción ha llevado a que la acusen de incoherencia y que algunos se pregunten si su rechazo al nuevo Ministro es realmente genuino o si responde a un posicionamiento estratégico.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Desde comentarios que la señalan de hipócrita hasta quienes defienden que la cortesía no está reñida con la crítica política.
La controversia ha generado un debate sobre los límites entre lo personal y lo político, y si es válido exigir que las posiciones públicas sean reflejo exacto de las relaciones privadas.
Ante el aluvión de críticas, Katherine Miranda salió a defenderse y afirmó que conocer a Benedetti desde hace años no implica que deba callar ante lo que considera una decisión errada del Gobierno.
“Sería incoherente no condenar la presunta violencia de género solo porque conozco a Armando Benedetti. Puedo mantener un trato cordial con alguien a quien conozco hace años por su paso por el Congreso y, al mismo tiempo, tener la convicción de rechazar su nombramiento”, expresó en su cuenta de X.
Su declaración, sin embargo, no ha sido suficiente para frenar las críticas. Para algunos, el chat evidencia una cercanía que contradice su postura pública.
Para otros, la política no debe estar reñida con la cortesía y el respeto interpersonal. Lo cierto es que este episodio ha dejado en evidencia una vez más las tensiones dentro de la coalición de gobierno y los dilemas éticos que enfrentan sus figuras más visibles.
La polémica sigue abierta, y la pregunta sigue en el aire ¿Se trata de una simple cortesía entre colegas o de una contradicción que pone en entredicho la coherencia de Miranda?