La inflación en Colombia habría registrado un comportamiento moderado en enero en medio de la afectación de algunos sectores por las restricciones implementadas en las principales ciudades del país para enfrentar la segunda ola de coronavirus, que ha reducido el consumo, reveló el martes un sondeo de Reuters.
Según la mediana de la consulta a 23 analistas, los precios al consumidor habrían aumentado un 0,44%, con lo que el indicador anual se situaría en un 1,62%.
De cumplirse la proyección, la inflación anualizada se ubicaría apenas por encima del 1,61% que totalizó en 2020, la variación más baja desde que el país lleva registros estadísticos.
Para Camilo Pérez, gerente de estudios económicos del Banco de Bogotá, las presiones alcistas en el primer mes se habrían concentrado en los precios de los alimentos, así como en los del transporte por el aumento de algunas tarifas y de los combustibles.
En contraste, las reducciones se habrían enfocado en el rubro de vivienda por descensos en los precios de la energía y el gas, en tanto que los arrendamientos y los costos asociados a la recreación y cultura se mantienen bajos a causa de la pandemia.
«Hay presiones bajistas lideradas por los bienes no transables, los cuales se han visto afectados por las restricciones de movilidad que se realizaron a nivel nacional durante el mes para contener la propagación del COVID-19», dijo Juan David Ballén, economista jefe de la correduría Casa de Bolsa.
Para los agentes, el primer trimestre del año la inflación se mantendría baja y estable por la prolongación de los confinamientos que provocarán una nueva desaceleración de la economía.
«Desde marzo en adelante, una vez se supere esta ola de contagios e inicie el programa de vacunación, podríamos ver un incremento en los precios explicado principalmente por base estadística», explicó Ballén.
Las autoridades de las principales ciudades colombianas establecieron desde finales de diciembre confinamientos sectorizados, toques de queda y restricciones a los compradores para contener la segunda ola de coronavirus por la que atraviesa la cuarta economía de América Latina.
De hecho, el Banco de la República redujo sus proyecciones de crecimiento económico e inflación para este año, ante el eventual impacto de las recientes medidas adoptadas por el coronavirus.
En el sondeo, las expectativas de inflación para todo 2021 disminuyeron a un 2,7%, desde un 2,8% en el sondeo de diciembre, pero aún por encima del 2,3% que proyecta el banco emisor.
La autoridad monetaria fijó una meta puntual de largo plazo de inflación de 3%.
