Listo se encuentra el proceso de cambio y modernización de la Policía Nacional de los colombianos, en un avance que adecúa a la institución a las necesidades actuales que tienen los ciudadanos, de un cuerpo de seguridad que los proteja.
Se trata de un paquete de cambios que involucra desde los colores, los uniformes, la imagen de sus vehículos; y en general, una nueva identidad que armonice su cambio radical en el espíritu, modos de proceder, el nuevo enfoque profesional humano, la utilización de nuevas herramientas tecnológicas, la adopción de un nuevo estatuto disciplinario, entre otros cambios profundos que pronto verán los colombianos.
La institución trabaja por un cuerpo de policía mucho más profesional y para ello ha creado el Centro de Estándares de la Policía Nacional, en el que se trabaja por fortalecer las capacidades de los uniformados dotándolos de destrezas especiales para la solución a situaciones complejas, haciendo énfasis en el respeto por los derechos humanos. Este centro dependerá de la nueva Dirección de Educación de la Policía.
Una policía de cara a los ciudadanos, que escucha y que entra en diálogo con los habitantes de manera más cercana; es la apuesta de la integración de la participación ciudadana en la Policía. Crear escenarios de construcción colectivos entre los ciudadanos a través de la Comisión para la Transformación Integral de la Policía, permitirá que las sugerencias ciudadanas pasen a ser parte de la institución.
La tecnificación de la policía permitirá a los uniformados mayor efectividad. Nuevos equipos de comunicación, cámaras que graben los procedimientos y un monitoreo constante; ayudarán a los hombres y mujeres de la institución para que sus actuaciones sean más transparentes, acordes a las orientaciones y brindará seguridad tanto a los ciudadanos como a los mismos agentes. Con la nueva tecnología, la Policía tendrán nuevas herramientas para enfrentar la criminalidad y tener mejor capacidad de respuesta.
Con mejores salarios y mejores condiciones en el proceso de ascensos, los integrantes de la policía lograrán ser mejores alcanzando metas en el desarrollo de sus carreras en donde se valoran en su justa medida, el comportamiento, el profesionalismo en el ejercicio y sus niveles de cualificación profesional.
Luego de las solicitudes desde diferentes sectores sociales y políticos de una reforma que permita regular el uso de la fuerza, se trabaja en dotar a la policía de un marco legal que establezca normas precisas y los parámetros a través de un proyecto de ley. El proyecto incluye aquellos elementos que la policía utiliza para el control de manifestaciones con armas no letales como las traumáticas, en donde se reglamente no solo el uso, sino también la comercialización de las mismas.
Luego de 15 años de el estatuto disciplinario de la Policía, este se somete a una reforma intensa que lo remplazará para que sirva como guía en el procedimiento policial además de dotar a los hombres de la fuerza pública, de nuevas herramientas para investigar y dar parámetros exactos para evitar excesos. Se trata de hacer una policía más confiable para los ciudadanos y mucho más audaz y efectiva al momento de responder a las necesidades ciudadanas.
Pronto el país conocerá esa nueva Policía Nacional, que rescatará al “policía del barrio” como el amigo y custodio de ayuda, colaboración y lo aleje de la falsa idea de ser el símbolo de la represión.
El policía ha sido, es y será el amigo que todo ciudadano de bien, quiere tener a su lado y que recuerde aquella época cuando los niños decían a sus padres: “cuando grande quiero ser policía”.
