Desde las primeras horas de este miércoles, Bogotá es el escenario de una movilización sin precedentes de los cultivadores de cebolla cabezona de Boyacá, quienes, cansados de trabajar a pérdida, decidieron alzar la voz.
La marcha, que inició a las 7:00 a.m. desde el portal del Norte en la Calle 170, tiene como destino la Plaza de Bolívar, donde esperan llegar hacia la 1:00 p.m. en un claro llamado de auxilio al Gobierno Nacional.
Una crisis que ahoga a los cebolleros
El sector cebollero de Boyacá, compuesto en gran parte por pequeños agricultores de municipios como Sáchica, Samacá, Cucaita, Sora, Duitama, Sogamoso, Tuta, Nobsa y Tibasosa, enfrenta una situación límite.
Los productores han trabajado durante todo el año con pérdidas, forzados a vender su cosecha a precios que apenas cubren una fracción de los costos de producción.
Según los cebolleros, el precio de la carga de cebolla debería rondar los $140.000 pesos para ser rentable, pero durante todo el año ha oscilado entre $70.000 y $100.000 pesos, cifras que, en sus palabras, los están llevando a la quiebra.
David Fernando Galindo, exconcejal de Sáchica y uno de los líderes de la protesta, explicó que, cada vez que la producción se reduce y el precio parece recuperarse, ingresan al país grandes cantidades de cebolla proveniente de Ecuador y Perú, provocando una caída abrupta en los precios y socavando cualquier intento de estabilización en el mercado local.
Competencia desleal y falta de regulación
Uno de los puntos álgidos en las demandas de los cultivadores boyacenses es la falta de regulación frente al Tratado de Cartagena de 1986. Según los agricultores, dicho tratado ha permitido el ingreso masivo de cebolla extranjera sin restricciones, lo cual desata una competencia desleal que afecta gravemente a los productores locales.
Los manifestantes aseguran que, hasta la fecha, ningún Presidente de la República ha tomado medidas efectivas para regular la entrada de este producto, lo que ha permitido que toneladas de cebolla entren al país sin control.
“No estamos bloqueando, pero sí en un plan tortuga en el que unas 350 personas van caminando junto a los camiones en los que transportan a diario la cebolla desde la 170, hasta la Plaza de Bolívar”, detalló uno de los organizadores de la marcha.
Con cerca de 100 camiones y bloqueando dos carriles de la vía, la protesta ha captado la atención de miles de bogotanos.
Falta de control fitosanitario: un riesgo para la producción local
Otro de los reclamos es la falta de controles fitosanitarios en las aduanas, lo que permite que productos agrícolas ingresen al país con documentación irregular, incluyendo fotocopias que se intercambian entre transportadores.
Los cebolleros advierten que esta falta de control ha propiciado la entrada de plagas y enfermedades que han afectado a los cultivos colombianos, exacerbando la crisis en el campo.
A la 1:00 p.m., los cebolleros esperan arribar a la Plaza de Bolívar con la esperanza de que sus voces sean escuchadas por el Gobierno N²acional. Su lucha no es solo por un precio justo, sino por la supervivencia de un sector que ha sostenido la economía boyacense y que hoy se encuentra al borde de la desaparición.
Sin acciones concretas por parte del gobierno, los cebolleros de Boyacá anticipan que seguirán en las calles, defendiendo su derecho a una competencia justa y a condiciones de mercado que les permitan vivir dignamente de su trabajo.
