La muerte de la juez Vivian Polanía, ocurrida ayer en su residencia en Cúcuta, continúa generando conmoción en el sector judicial y en la opinión pública nacional. Las autoridades mantienen abiertas dos hipótesis principales mientras avanzan las diligencias forenses y la recolección de testimonios que permitan esclarecer las circunstancias del fallecimiento.
El cuerpo de la funcionaria judicial fue hallado al interior de su vivienda, donde también se encontraba su hija de apenas dos meses de nacida, quien fue encontrada en buenas condiciones al lado de su madre. La menor fue trasladada de manera preventiva a un centro asistencial y posteriormente quedó bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, mientras se surte el proceso correspondiente con sus familiares.
De acuerdo con la información preliminar suministrada por las autoridades, las primeras inspecciones realizadas por los equipos forenses no evidenciaron signos de violencia externa en el cuerpo de la juez. Este elemento ha llevado a que los investigadores concentren sus esfuerzos en dos líneas de investigación que, por ahora, se mantienen abiertas sin que ninguna haya sido descartada oficialmente.
La primera hipótesis corresponde a un posible homicidio. Aunque esta línea ha sido considerada desde el inicio del proceso, la ausencia de lesiones visibles ha hecho que pierda fuerza en las etapas iniciales de la investigación. No obstante, los investigadores han sido enfáticos en señalar que será el informe definitivo de Medicina Legal el que permita confirmar o descartar esta posibilidad, considerando que la muerte probablemente se produjo en la madrugada del miércoles, dado el estado de rigidez que presentaba el cuerpo al momento que fue encontrado.
La segunda hipótesis apunta a un posible suicidio. Esta opción ha cobrado relevancia teniendo en cuenta antecedentes relacionados con la salud emocional de la juez y la presión mediática que enfrentó durante los últimos años, producto de diversas controversias públicas. Sin embargo, las autoridades reiteran que cualquier conclusión solo se adoptará cuando se cuente con todos los elementos técnicos y probatorios.
Una tercera hipótesis sería médica, por un posible paro cardiaco. Estas tres hipótesis se vienen investigando y será cuando Medicina Legal y los expertos, puedan terminar de hacer todos los análisis correspondientes, para poder establecer con certeza lo que ocurrió con la juez.
El hallazgo del cuerpo se produjo luego de varios intentos fallidos de contacto por parte de personas cercanas a la juez. Un integrante de su esquema de seguridad, al notar la falta de respuesta, alertó a las autoridades, al igual que familiares que tampoco lograron comunicarse con ella. La Policía Nacional, acompañada por funcionarios de la Fiscalía, ingresó a la vivienda hacia las 5:30 de la tarde para realizar la inspección judicial.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía asumió el caso y adelanta entrevistas, análisis de la escena y revisión de antecedentes, con el objetivo de esclarecer plenamente lo ocurrido.
Vivian Polanía se desempeñaba como Juez Primera Penal Municipal con Función de Control de Garantías en Cúcuta y contaba con una trayectoria que incluía labores en la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Seccional de la Judicatura en Bogotá. Su carrera estuvo marcada por casos de alto perfil y episodios de controversia pública que la mantuvieron en el centro del debate nacional, pues fue reconocida como «la juez sexi», por varios episodios que trascendieron el plano local, como cuando apareció en ropa interior y fumando en medio de una audiencia virtual, o cuando en una fiesta de los empleados judiciales, fue protagonista de un acto sensual.
Mientras avanzan las investigaciones, el sector judicial y la ciudadanía permanecen a la espera de un pronunciamiento oficial que permita esclarecer este hecho que ha impactado profundamente a la justicia colombiana.
