Con la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y líderes de las principales economías del mundo, comenzó este sábado en Canadá la cumbre del Grupo de los Siete, G7.
El primer ministro anfitrión, Mark Carney, dio la bienvenida a los mandatarios destacando que el mundo observa al G7 en un momento que calificó como “un punto de inflexión en la historia”, y reiteró que no puede haber seguridad sin prosperidad económica.
Durante un encuentro con la prensa al inicio de la cumbre, Trump calificó la expulsión de Rusia de grupo en 2014 como un error. También afirmó que es posible alcanzar un acuerdo comercial con Canadá, aunque aseguró que no renunciará a su política de aranceles.
En su intervención, Carney subrayó que todos los países representados están reforzando sus capacidades militares, en especial en el contexto de la creciente tensión entre Israel e Irán. No obstante, sostuvo que la cooperación entre las naciones del G7 podría abrir paso a “una nueva era de prosperidad”.
Esta cumbre es la primera desde el regreso de Trump a la Casa Blanca y también marca el debut internacional de varios nuevos líderes. Aunque se anticipan desacuerdos en distintos frentes, Carney destacó que el encuentro será un espacio de “diálogos abiertos y francos” entre los mandatarios.
