El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se pronunció este miércoles sobre las manifestaciones que tuvieron lugar en la ciudad el martes 7 de agosto, en las que se presentaron hechos de violencia y actos de vandalismo. Según el mandatario, estos incidentes no corresponden a protestas pacíficas.
“En Medellín no toleramos la violencia y el vandalismo disfrazado de ‘buenas intenciones’. Desde el año pasado lo vengo advirtiendo. Petro quiere volver a incendiar a Colombia. Necesitamos que las instituciones preserven el orden y la libertad”, señaló el alcalde en su pronunciamiento.
Gutiérrez aseguró que la intervención de la autoridad se dio en el momento en que los hechos comenzaron a generar afectaciones a los ciudadanos. “Lo que pasó en Medellín no es protesta pacífica, es intimidación y vandalismo. Los niños estaban con sus familias comiendo y jugando tranquilos, y llegaron a generar miedo, en ese momento intervinimos como autoridad”, explicó.
El alcalde subrayó la importancia de proteger a la ciudadanía y de mantener el orden en la ciudad. “A Medellín hay que cuidarla, a la gente en Medellín hay que protegerla. Aquí estamos del lado de la gente, algo que Petro no conoce”, agregó.
Durante la jornada de manifestaciones, algunos gestores de la alcaldía resultaron agredidos en medio de las riñas registradas en diferentes puntos de la ciudad. Gutiérrez reiteró que la administración garantiza el derecho a la protesta y la manifestación, pero enfatizó que existe una línea que no puede ser sobrepasada: la agresión contra ciudadanos. “La manifestación y protesta siempre tendrán garantías, pero cuando agreden a los ciudadanos, actuamos; esa es la razón de ser de la institucionalidad”, sostuvo.
El alcalde también hizo un llamado a las instituciones para que cumplan su papel en la preservación del orden y la libertad, insistiendo en que la seguridad de Medellín y de sus habitantes es prioritaria.
Las declaraciones de Gutiérrez se producen en un contexto de debate nacional sobre la manera en que se desarrollan las manifestaciones y la responsabilidad de las autoridades frente a hechos de violencia, en particular cuando estos afectan a la población civil y a la convivencia en espacios públicos.
La administración municipal dejó claro que reconoce el derecho a la protesta, pero mantiene que cualquier acción que implique intimidación o afecte a terceros será abordada por las autoridades competentes para garantizar la seguridad y el orden en la ciudad.
