Las operaciones aéreas en el aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla enfrentan una fuerte afectación desde las 4:20 a.m. luego del accidente de un avión de carga, hecho que generó la cancelación de más de 14 vuelos nacionales e internacionales y provocó un alto flujo de pasajeros que, desde las primeras horas del día, colapsaron los puntos de atención de las aerolíneas en busca de información sobre alternativas de viaje.
Las autoridades aeroportuarias indicaron que se requiere el uso de varias grúas y equipos especializados para mover la aeronave de la pista, razón por la cual aún no existe una hora estimada para la reanudación total de las operaciones.
Frente a este panorama, las aerolíneas activaron planes de contingencia con el objetivo de atender a los usuarios afectados y ofrecer alternativas de desplazamiento. Una de ellas es Wingo, que informó a los pasajeros con itinerarios hacia Panamá y San Andrés que debían trasladarse a Cartagena, según la programación reconfigurada, para poder completar sus rutas. La compañía realizó notificaciones directas a los viajeros involucrados, con el fin de facilitar la reorganización de los desplazamientos.
Por su parte, Avianca anunció la posibilidad de reprogramar sin costo los vuelos programados únicamente para este 12 de diciembre, con origen o destino en Barranquilla. Adicionalmente, la aerolínea puso a disposición la opción de viajar a través de los aeropuertos de Cartagena o Santa Marta. Sin embargo, aclaró que, salvo para los pasajeros que recibieron notificación previa, los gastos de traslado hacia estas terminales deberán ser asumidos por los usuarios.
Avianca dispuso buses para el transporte de algunos viajeros, pero no todos fueron incluidos en este apoyo, por lo que una parte de los pasajeros debe gestionar por su cuenta el desplazamiento hacia las ciudades alternativas.
Otras aerolíneas que operan en el Ernesto Cortissoz también comunicaron a los usuarios la opción de mantener sus reservas para retomar los itinerarios una vez la pista sea reabierta. Las compañías estiman que, de acuerdo con los tiempos de retiro de la aeronave y las labores técnicas requeridas, la operación podría normalizarse después de la medianoche, aunque esta proyección está sujeta a la evaluación permanente de la autoridad aeroportuaria.
Mientras tanto, en los pasillos del aeropuerto continúan las filas de viajeros que buscan orientación sobre sus reservas, cambios de destino o reembolsos. El personal de las aerolíneas y de la concesión aeroportuaria permanece en atención constante, en medio de una alta demanda generada por las cancelaciones.








